IAM/Redacción Irán no solo está interesada en construir una refinería en España, sino que ya ha cuantificado la inversión que realizaría, 1.800 millones de euros, y los barriles diarios de producción, 120.000.
Una delegación iraní visitó la semana pasada los ministerios de Exteriores e Industria para anunciar sus proyectos y comenzar a pedir todos los permisos pertinentes para su puesta en marcha.El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, aprovechó este jueves la inauguración de la planta solar que Acciona ha construido en la población marroquí de Ouzazate para insistir en el interés de Irán por levantar una refinería en España.
La primera vez que habló también fue en otro viaje, a Bruselas, pero entonces no dio detalles. Este jueves ya los cuantificó y apostó por “ayudar y remar todo lo posible” para que sea una realidad.
Margallo desveló también que el 28 de enero hubo una reunión en su departamento para tratar el tema. La delegación, constituida por representantes de la embajada iraní en España y de la ingeniería que se encargará del proyecto, también visitó Industria. Posteriormente, se vieron con las autoridades andaluzas.
El interés de Irán se ha centrado entre Algeciras y Huelva, dos lugares en los que cuenta con refinerías la firma Cepsa, controlada por el emirato de Abu Dabi. Cuando surgió la noticia, se especuló con que podrían comprar una de esas refinerías, algo que negó rotundamente la firma española.Las inversiones las canalizaría la firma estatal Niordc y el socio que la acompaña es el grupo cordobés Magtel, que se dedica a las infraestructuras ferrvoiarias, la energía, el tratamiento de agua y las telecomunicaciones.
Las empresas han suscrito un un memorando de entendimiento para encargar a “una auditoría internacional muy conocida el estudio sobre la viabilidad del proyecto”, dijo el ministro.
En las citadas reuniones los interlocutores españoles advirtieron de la dificultad de construir una nueva refinería en España por la sobracapacidad (además de las dos de la zona hay nueve en total) y las exigentes leyes medioambientales. En ese sentido, organizaciones ecologistas de la zona ya han dado la voz de alarma y rechazado que la instalación se lleve a cabo.
Según las fuentes consultadas, el interés iraní persigue el mercado exterior aprovechando la ampliación de los canales de Panamá y Suez. De ahí, que la ubicación en el sur de España sea, estratégicamente, un lugar idóneo.