El viernes se presentará en el Consejo de Ministros la propuesta de modificación de la ley de patrimonio natural y biodiversidad.
El ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha anunciado que cambiará la legislación para sancionar a las gasolineras flotantes permanentes (“bunkering”) en Gibraltar y ha negado que una de las empresas de la que es accionista se dedique a esta práctica.El viernes se presentará en el Consejo de Ministros la propuesta de modificación de la ley de patrimonio natural y biodiversidad para afrontar la “laguna legal” que hoy impide aplicar un régimen sancionador y se tramitará por procedimiento de urgencia, ha dicho en una comparecencia ante la comisión correspondiente del Congreso.
La legislación vigente exige la existencia de daño ambiental
Según el titular de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la legislación vigente exige la existencia de daño ambiental y no solo un riesgo potencial, como el que se está dando en la zona de especial protección del Estrecho Oriental (que alberga un Lugar de Interés Comunitario, LIC, de gran valor ambiental).
De ahí que la modificación incorporará el “riesgo ambiental” para poder castigarlo.
En su comparecencia a petición propia para informar sobre el “bunkering” (gabarras que suministran combustible a otros buques desde el puerto o el mar) y a solicitud del PSOE para que explicara su supuesta vinculación con una empresa dedicada a esa práctica, Arias Cañete ha explicado que posee unas 85.000 acciones por valor de 185.104 euros en la empresa Petrolífera Ducar S.L, pero su negocio -ha dicho- es solo el almacenamiento de combustible en Ceuta.
Representa el 2,5 % del accionariado de la empresa, de la que dimitió como presidente cuando fue nombrado ministro hace dos años y no desempeña tareas directivas.
Ha recordado, por otro lado, las denuncias presentadas por su cartera ante la Fiscalía contra los incumplimientos medioambientales en Gibraltar y, si no hay respuesta de la Comisión Europea, “queda el recurso del Tribunal de Justicia de la UE, demandando al Reino Unido por no retirar o paralizar las actividades contaminantes”.
Hace 24 horas, el Ministerio de Medio Ambiente denunció a la Fiscalía la construcción de espigones ganando terreno al mar en un espacio natural protegido próximo a Gibraltar.
El suministro a buques, controlado
En su comparecencia, Arias Cañete ha explicado que el suministro de combustible a buques está regulado por las normas portuarias y se hace “con normalidad” en todo el mundo, sin embargo las gasolineras flotantes con tanques de gran tonelaje de carácter permanente es un sistema que no se emplea en otros puertos españoles, solo en Gibraltar en una zona de gran valor ecológico.
Dicha fórmula implica un elevado “riesgo” de vertido al mar por los grandes volúmenes que se manejan y por el hecho de que sean permanentes, ha recalcado Arias Cañete.
Frente a una gabarra habitual de unos cien metros de eslora y 3.000 hectómetros cúbicos de capacidad, una de estas gasolineras flotantes mide 250 metros y tiene capacidad para 100.000 hectómetros cúbicos.