Hospital Quirón Campo de Gibraltar ha puesto en marcha la Unidad de Rehabilitación Cardiaca con el objetivo deorientara los pacientes que padecen o han sufrido alguna enfermedad del corazónen su recuperación y readaptaciónalavida cotidiana, y para ayudarles a vencer el miedo a susdolenciasy mejorar sus condiciones físicas y psicológicas.Se trata de un servicio multidisciplinar integradopor cardiólogos, rehabilitadores, intensivistas, fisioterapeutas, psicólogos, nutricionistas y enfermeros especializados en cuidados intensivos. Según explica el doctor Francisco José Romero Bermejo, especialista en medicina intensiva y coordinador de la unidad, “está demostrada una mayor tasa de supervivencia en pacientes cardiópatas que asisten a rehabilitación cardíaca con respecto a los que no lo hacen, disminuyendo significativamente el riesgo de muerte o reinfarto”. Los coordinadores de los servicios de cardiología y rehabilitación que participan en la unidad, los doctores Manuel Ruiz y Lourdes Álvarez,respectivamente, añaden que “la rehabilitación cardiaca está indicada para cualquier paciente cardiópata, incluso para aquellos que no puedan hacer ejercicios físicos, ya que es un programa multifactorial en el que se incluyen charlas de prevención, asesoramientopsicológico, pautas nutricionales e información sobre su enfermedad para facilitar la adaptación del paciente a su situación”.En palabras del doctorAntonio Feria, director gerente de Hospital Quirón Campo de Gibraltar, “la puesta en marcha de esta unidad supone un avance muy positivo en la calidad del servicio al paciente cardiológico, ya que se ofrece dentro del entorno hospitalario, con todas las garantías de seguridad necesarias y minimizando los riesgos”.“Hospital Quirón Campo de Gibraltar”, continúa Feria, “se convierte, pues, en el único centro privado de la provincia que asiste a pacientes de alto riesgo en un ambiente apropiado y seguro”.El programa consta de tres fases:la primera comienza durante el ingreso hospitalario y se orienta a perder el miedo, a iniciar la movilización suave y a concienciar al paciente sobre los factores de riesgo cardiovascular. La segunda es ambulatoria y su objetivo es adquirir unos hábitos de vida cardiosaludables, entre ellos el ejercicio físico,para controlarel riesgo cardiovascular. Esta etapaincluye entrenamiento con el rehabilitador además de charlas de educación sanitaria. La instrucción se adapta a la situación de cada paciente y está controlado por cardiólogos e intensivistas;en los casos de mayor gravedad, los pacientes sonmonitorizados por motivos de seguridad. Además, el nutricionista elabora una dieta cardiosaludable a medida de cada paciente, partiendo de sus hábitos alimenticios.La tercera fase es de mantenimiento y dura toda la vida. El paciente debe mantener los nuevos hábitos que ha adquirido para evitar la aparición de un nuevo evento cardiaco.