El Gobierno considera que el incidente del 11 de septiembre, en el que embarcaciones gibraltareñas fueron embestidas por una lancha neumática (RHIB) de la Guardia Civil española fue peligroso e irresponsable. Asimismo, constituyó un grave desafío a la soberanía británica.
En las últimas semanas hemos presenciado cómo helicópteros españoles sobrevolaban a pocos metros del suelo y agentes del SVA español efectuaban disparos en Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar. Ahora presenciamos el acoso y la embestida de embarcaciones de recreo por parte de una lancha neumática de la Guardia Civil.
Las pruebas sugieren que la situación causada por las incursiones ilegales de buques del Estado español empeora en vez de mejorar, a pesar de las garantías brindadas por Madrid antes de la visita del Primer Ministro (británico) a la capital española.El Gobierno de Gibraltar ha estudiado varias grabaciones audiovisuales del incidente en el que se vieron envueltas dos embarcaciones de recreo gibraltareñas, una lancha de la Guardia Civil, la lancha interceptora Bravo 3 de la Policía Real de Gibraltar (Royal Gibraltar Police, RGP) y el buque patrullero (de Aduanas gibraltareñas) HMC Searcher.
El Ministro Principal, Fabián Picardo, y el Viceministro Principal, Joseph García, también se han reunido con un pescador gibraltareño que se encontraba a bordo de una de las embarcaciones víctimas del último acto de acoso de la Guardia Civil y con miembros de la familia de la otra embarcación. Sin duda, todos son ciudadanos respetuosos con la ley.El Gobierno de Gibraltar encomia la rápida y profesional respuesta de la RGP y del Servicio de Aduanas, a pesar de la absoluta falta de profesionalidad y del incumplimiento total de las buenas prácticas de marinería de las que hizo gala la Guardia Civil.
Este incidente demuestra la flagrante desconsideración de las autoridades españolas en lo que respecta a la soberanía británica de Gibraltar, incluso el día después de la fiesta nacional. La descarada negativa de la Guardia Civil a colaborar con la RGP o el Servicio de Aduanas de Gibraltar de modo profesional y sosegado y sus amenazas de detener a civiles gibraltareños y a un agente de la RGP son inexcusables y totalmente intolerables. Es más, las peligrosas maniobras de la Guardia Civil y la embestida deliberada tanto de una embarcación de recreo gibraltareña como de un buque de la RGP tan sólo semanas después de los disparos efectuados contra civiles gibraltareños en Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar, demuestran hasta dónde están dispuestos algunos miembros de las autoridades españolas a poner en riesgo las vidas de los gibraltareños.El Ministro Principal, Fabián Picardo, ha declarado: “Este último intento de llevar a cabo una pretendida actuación soberana, en el que la Guardia Civil recurrió a violentas maniobras en lugar de [tratar] de entablar una comunicación de forma serena resultarán totalmente inaceptables a la gente honrada que vea las grabaciones del percance.
Como siempre, las encomiables acciones de la RGP y el Servicio de Aduanas demuestran que se adoptarán todas las medidas apropiadas y proporcionadas con el fin de proteger a los buques gibraltareños en nuestras aguas. Las pruebas audiovisuales son irrefutables y muestran el peligro impuesto por la navegación imprudente de los agentes de las fuerzas del orden españolas en cuestión. Estas acciones pusieron en grave riesgo también a un niño que había estado disfrutando de un día de pesca con su familia y que quedó conmocionado —como se puede ver y escuchar en el video— por dichos acontecimientos. David Lidington (Ministro británico para Europa) estaba en lo cierto al tratar el tema inmediatamente con sus homólogos españoles.
La evidencia del video muestra al mundo los hechos tal y como sucedieron e indudablemente incomodará a aquellos que se encontraban en la lancha de la Guardia Civil y a aquellos que, en su nombre, dieron explicaciones manifiestamente falsas sobre lo sucedido. Constituye una burla a la declaración presentada por el Gobierno español hace dos semanas acerca de la intención de cooperar en materia policial, algo que no sorprenderá a nadie en Gibraltar”.