IAM/Redacción La federación vecinal agradece al alcalde el gesto de reunirse con VOPAK, empresa holandesa propietaria de los tanques de combustible instalados en Isla Verde Exterior que contienen en total 1.500.000 M3 de productos inflamables, para pedirle que hagan lo posible para que disminuya el nivel de olores, que afectan a la población.
Esto ha sido denunciado por Verdemar, a partir de los olores a hidrocarburos que se detectan en los hospitales Punta Europa y Cruz Roja.Desde la Federación vecinal FAPACSA, estimamos que esa petición, a pesar de estar justificada, es insuficiente y casi irrelevante cuando lo comparamos con el problema real que representa la existencia de dichos depósitos con esa cantidad de combustible, a pocos metros de la ciudad, lo que significa que es una bomba de relojería.
En muchas ocasiones, las mayores medidas de seguridad fallan y se producen los desastres, como ocurriera hace algunos años en Reino Unido y posteriormente, aunque más leve, en Gibraltar.Pero lo de VOPAK no termina aquí.
El Puerto prevé una ampliación de la capacidad de combustible del doble de lo que ahora contienen los tanques. Así, 100% más de capacidad, 100% más de riesgo y sus consecuencias para la población.
Creemos que el alcalde, debe enfocar sus esfuerzos, para que esa monstruosidad de almacenamiento, se traslade a otro lugar, mirando por la protección de la ciudad y, de paso, eliminar el impacto visual que constituyen dichos depósitos cuando se entra en la ciudad.