IAM/EP
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha alertado de un aumento progresivo, desde hace tres años, de los impactos de aves en los distintos aviones que aterrizan y despegan en la base naval de Rota (Cádiz),ocasionados por golondrinas, palomas garcetas, gaviotas o aves menores que se encuentran en la zona; provocando incluso que el pasado mes de abril un avión ‘Galaxia’, uno de los más grandes de la fuerza aérea de Estados Unidos, tuviese que realizar un aterrizaje de emergencia tras impactar una bandada de pájaros contra las turbinas. El SUP, en relación a este asunto, asegura en un comunicado que para realizar el aterrizaje fue preciso activar el protocolo de emergencia, dándole la máxima prioridad para la reentrada del avión en la pista, ya que había resultado dañado el tren de aterrizaje. Según el sindicato policial, “el piloto comentó con posterioridad que su máxima prioridad era que si no podía conseguir un aterrizaje en la pista tendría que evitar a toda costa caer sobre la ciudad de Rota”, aunque pudo maniobrar hasta la pista de aterrizaje, “si bien el riesgo de impacto sobre la Villa de Rota fue real, lo que hubiera supuesto una catástrofe de incalculable magnitud”. Asegura el SUP que el problema con las aves en las inmediaciones de las pistas de vuelo lo vienen registrando desde hace unos tres años, ya que éstas van a alimentarse a las zonas húmedas y los campos de cultivo que se encuentran en las inmediaciones de la pista de despegue. Por otro lado, advierten de la existencia de “rumores” de que se está “presionando al halconero en el sentido de que actúe pero ocasionando el mínimo de daño en la fauna aviar de la zona, con el fin de permitir suficiente número de aves que permita batidas de caza por parte de alguno de los mandos de la base naval de Rota, muy aficionados al parecer a este tipo de actividades”. Según la información que les transmiten esa “recomendación” al halconero proviene “de algún miembro de la jefatura de la Marina española, porque la existencia de numerosa colonia de aves en la zona es la excusa para justificar sus batidas de caza”. Según la información del SUP, el halconero “no es militar” y los halcones no pertenecen a la base sino que son “de la empresa contratada, siendo él empleado de la empresa privada que desde hace años tiene adjudicado este servicio tras ganarlo en los sucesivos concursos públicos convocados, que abonan a partes iguales las Fuerzas Armadas de España y de Estados Unidos”. “Esta empresa halconera, que recibe el nombre de su propietario, Jesús Brizuela, opera también en otro aeropuerto militar, el de la Base sevillana de Morón, que aparentemente presenta los mismos problemas que la base de Rota”, señalan. Asimismo, indican que “al menos” hay un impacto con aves “por día” en la Base Naval de Rota, haciéndola actualmente “bastante peligrosa” para el vuelo de aviones. El SUP sostiene que al haberse producido ya noticias sobre los accidentes, la Armada española “ha comenzado una caza de brujas para buscar responsables, acusando al halconero y a algún que otro controlador aéreo, en vez de resolver el problema”.