Hay cosas, bastantes, que nos joden de la Unión Europea y entre ellas está el que venga un listo e insulte a la clase trabajadora, y le ponga el pie en el cuello a los jubilados.
Y para como dice el refrán “saber con los bueyes que aramos, aclarar que el Eurogrupo es la reunión informal que en la Unión Europea congrega al menos una vez al mes a los ministros de Economía y Finanzas de los Estados de la Unión cuya moneda es el euro, al presidente del Banco Central Europeo, al Comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, y a su propio presidente, elegido por mayoría de Estados para un período de dos años y medio. Su naturaleza jurídica es muy discutida, por ser sin duda un órgano integrado en el Consejo de la Unión y estar por tanto institucionalizado, pero manteniendo no obstante su carácter informal.
Este carácter dual viene asimismo recogido, con idéntica ambigüedad, en el Protocolo número 14 a los Tratados, que lo regula desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, como un signo más de su progresiva institucionalización. Todo esto lleva a algunos comunitaristas a considerarlo una formación muy peculiar del Consejo. Sus funciones son las de examinar en común las cuestiones que afectan específicamente a la Eurozona, discutirlas, y adoptar en su caso las conclusiones oportunas,3 para llevarlas a efecto. Es el foro donde preferentemente se coordinan y supervisan las políticas y estrategias económicas comunes que adoptan los Estados de la Eurozona. Su papel como coordinador y órgano de gobernanza económica europea ha venido adquiriendo relevancia últimamente, en especial a raíz de la grave crisis económica de 2010 en Grecia.El tío es alto, joven, va ben maqueado, tiene una sonrisa falsa y denota autosuficiencia, se llama Jeron Dijsslblom, es ministro de Finanzas de Holanda y presidente del Eurogrupo. Tiene a su lado en la foto al ministro De Guindos, serio, mirando hacia arriba, tragando paquete y con las manos a la espalda.
El holandés de la foto se vino para España para dar una lección magistral y pasando de los millones de parados, les dio un repaso a los españoles que todavía tienen trabajo, diciéndole que son flojos y que se dejan de ir en sus tareas respectivas, que de esta forma he traducir que el holandés con guasa le advierta a los españoles que deben trabajar “aún más tiempo y más duro”. Seguro que para aliviar el repaso antepuso el holandés lo de “pese a las notables mejoras registradas en los últimos doce meses”.
Holandés calificado en la noticia como “controvertido” en función de que ya ha formado más de un carajal con sus declaraciones, también dijo que España “debe ir más allá en la reforma de las pensiones que se tramita actualmente en el Parlamento”, para a renglón seguido en plan “gracioso” y valen las comillas: “esto lo puedo decir en España pero no en mi país”.