IAM/Redacción El juez de Instrucción Número 3 de Algeciras ha ordenado el archivo de la querella presentada por Ángel Lozano Márquez, ex comisario de policía, contra José Ortega Ortega, albañil jubilado que en una carta publicada en el periódico Europa Sur lo acusaba de ser uno de los agentes de la Brigada Político Social que, en abril de 1975, lo torturó en la comisaría de La Línea.
El perdón del ofendido, en este caso Ángel Lozano, es la causa que justifica el archivo de la querella, según el auto firmado por Víctor Moreno Velasco, magistrado juez titular del citado juzgado. El juez da como hechos probados que el querellado, es decir José Ortega, reconoció en su declaración en el juzgado haber escrito dos cartas dirigidas al director de Europa Sur publicadas los días 2 y 3 de agostos de 2013 y manifestar que la expresión torturador franquista era una opinión y que su ánimo no era injurioso.
Ortega, antiguo militante del PCE, fue detenido el 13 de abril de 1975 junto a un grupo de compañeros del partido, de Comisiones Obreras y del Movimiento Comunista en una redada practicada en el Campo de Gibraltar por agentes de la Brigada Político Social, la policía política del franquismo. Los siete detenidos pasaron tres días en la comisaría de La Línea, durante los que fueron torturados antes de ingresar en la cárcel de Algeciras.
En julio de 2013 José Ortega escribió y mandó una carta a los periódicos de Algeciras y La Línea cuando supo que el Ayuntamiento de ésta última ciudad iba a nombrar Hijo Predilecto a Ángel Lozano. Sus peticiones a los dirigentes políticos del Ayuntamiento linense para que no le dieran tal distinción no surtieron efecto y el nombramiento se llevó a cabo. Pero no quedó ahí la cosa. En 2014 el ex comisario presentó una querella en los juzgados de Algeciras contra José Ortega y en abril de 2016 este veterano militante de izquierdas, ahora en las filas de Podemos San Roque, recibió una citación para presentarse el 12 de mayo pasado en el juzgado de Algeciras para declarara como querellado.
José Ortega ha difundido un escrito en el que agradece el apoyo recibido en las últimas semanas de tantos amigos y compañeros, especialmente de Andrés Vázquez de Sola, periodista y dibujante; Juan Antonio Ortiz, su abogado; Luis García Bravo, fundador del Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar; Jorge del Águila, compañero y dirigente del PCE en la comarca en la época en que sucedieron los hechos; y Juan José del Águila, juez de lo social jubilado y también abogado y compañero del partido en aquellos tiempos.
Ortega agradece el apoyo recibido de organizaciones como CGT, SAT, CCOO, Izquierda Unida, Podemos, la Federación Republicanos, o el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar. Asegura en su escrito que lo justo y razonable sería que los servidores del franquismo, después de 40 años de democracia, debieran pedir perdón a los torturados y víctimas del terrorismo dictatorial que aún sigue coleando con sus métodos y leyes represivas como la ley mordaza. Ortega hace una apelación a la memoria histórica como valor fundamental en la educación de los jóvenes para que en este país no haya nunca más dictadura.
“Nuestros jóvenes tiene derecho a saber cuál es la historia de los pueblos, que hubo fusilamientos, tortura, represión, destierros y encarcelamientos llevados a la práctica hasta el año 1975 por un régimen dictatorial fascista”, afirma Ortega en su escrito.Andrés Rebolledo, presidente del Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar, expresa su satisfacción por el archivo de la querella, pero advierte que su organización sigue pidiendo al Ayuntamiento de La Línea que retire el título de Hijo Predilecto a Ángel Lozano. “Y pedimos lo mismo al Ministerio del Interior, que le quite el título de comisario honorario.
No es digno de llevar ese título una persona que formó parte de la Brigada Político Social, la policía política franquista que torturaba y maltrataba de forma habitual y sistemática”, afirma Rebolledo. “Nosotros hemos recibido nuevas denuncias de personas que aseguran que fueron torturadas por este hombre y otros más. Eso no se puede olvidar ni perdonar”, concluye.