A parecer, se habían detectado algunas anomalías en su funcionamiento, atribuibles a sus más de 20 años de antigüedad, que han hecho aconsejable su cierre para someterlo a una puesta a punto.Los trabajos se van a realizar por parte de una empresa especializada, tienen un coste cercano a los 50.000 euros, y consistirán en el desmontaje integral del interior del horno, revisión y fundido de piezas, y reposición posterior de todos los elementos en los que se aprecie desgaste o deterioro.
La delegación estima que el horno crematorio permanecerá cerrado un mes, aunque se procurará agilizar al máximo los trabajos para que puedan realizarse en el menor tiempo posible.El Ayuntamiento ha informado ya a las empresas funerarias para que busquen las alternativas necesarias durante el tiempo de duración de los trabajos.