IAM/Redacción La campiña y la sierra sur sevillana han sido este martes la última parada del grupo de turoperadores europeos, representantes de BirdLife International, de SEO Bird/Life, escritores y periodistas, que han participado a lo largo de los últimos seis días en el segunda edición del Fam Trip organizado por el Fondo para la Custodia y Recuperación de la Marisma Salinera -Salarte- y la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, contando en esta ocasión con la colaboración de SEO/BirdLife. (Foto Mirador del Estrecho).
El objetivo era realizar un recorrido por los principales Espacios Naturales Protegidos de Málaga, Cadiz, Huelva y Sevilla y vivir experiencias en algunos lugares que están fuera de los circuitos turísticos, combinando naturaleza, cultura, etnografía y patrimonio a través de visitas a fincas que desarrollan modelos de gestión ejemplares, alojamientos con encanto y también entrevistas con personas destacadas con las que sellar posibles acuerdos.
En este fin de trayecto el grupo se muestra muy impresionado con todo lo que han podido ver a lo largo de estos días. El perfil de todos ellos era el que marcaba la hoja de ruta con el objetivo de “vender” esta parte de Andalucía a través de experiencias y emociones en un territorio único, convivir con algunos profesionales y voluntarios de la conservación, y conocer empresas de servicios turísticos y alojamientos de naturaleza, que trabajan por una Andalucía más sostenible. Apabullados por la vista y las experiencias, el grupo celebraba ayer lunes una reunión conjunta con vistas a darle forma a los posibles proyectos en los que comenzar a trabajar.
El Paraje Natural del Guadalhorce, el Parque Nacional Estrecho de Gibraltar; el Centro Internacional de Migración de Aves de la Fundación Migres en Tarifa (Cima); el Centro de producción acuícola de Pesquerías Lubimar (Cupibar) en Barbate; la Torre del Tajo; el Palomar de la Breña; las Salinas artesanales de El Puerto de Santa María y Puerto Real; Sanlúcar de Barrameda y el Palacio Ducal de Medina Sidonia; la Doñana gaditana con visitas a sus viñedos y las Marismas de Alventus, Marismas de Bonanza, el Pinar de la Algaida, la Laguna del Tajuelo o la Salina de los Portugueses; la Doñana onubense, Coto del Rey; la Doñana sevillana, pletórica a su paso por la finca Veta La Palma y el Rancho El Rocío de los hermanos Peralta, y la campiña sevillana, han sido algunos de los lugares visitados por el grupo en este periplo en que han estado acompañados por algunos de los protagonistas de la conservación, gestión y promoción de todos estos espacios de enorme valor medio ambiental.
Realizando el camino de vuelta a Málaga, disfrutaban de los últimos avistamientos por algunas lagunas y fincas de la campiña sevillana, pudiendo ver más de una decena de avutardas, sisones, elanios, piquituerto, agateador, carboneros, calzadas, aguilucho lagunero y un ratonero moro que por su excepcionalidad se convirtió en la sorpresa del día. Lo hacían acompañados del prestigioso fotógrafo y naturalista Antonio Pestana, ornitólogo de The Real Birdwatching. Tras almorzar en el Hotel Palacio del Marqués de la Gomera, en Osuna (lugar donde se rodó una parte de Juego de Tronos) la siguiente parada fue en el Refugio de la Serpiente, una isla ecológica para la aves sevillanas a medio camino entre Estepa y Gilena, en plena comarca de la sierra sur sevillana y las primeras estribaciones de la cordillera subbética. Esta era la última experiencia del fam trip antes de poner rumbo al aeropuerto de Málaga.
Se pone fin así a este viaje promovido por la ONG gaditana Salarte, premio Andalucía de Medio Ambiente 2015, que tenía como objeto descubrir a este selecto grupo algunas de las fincas que desarrollan las mejores prácticas ambientales y los más eficientes modelos de gestión compatibles con la naturaleza, así como algunos de los lugares más emblemáticos de Andalucía Occidental, con objeto de difundir nuestra comunidad como destino ornitológico único en Europa, donde se concilian conservación, desarrollo sostenible y buenas prácticas ambientales, y hacerlo (al igual que en la anterior edición) en un mes clave por el paso migratorio postnupcial de las aves por el Estrecho y coincidiendo con la llegada de las aves invernantes a la bahía de Cádiz y Doñana.