IAM/Redacción Manuel Fernández Cruz, pionero de la ornitología en España, y José Carlos Sires, joven invidente que hace ornitología auditiva, ponen ciencia y entusiasmo en la Feria de la Naturaleza 2016
Mucho público y mucha calidad en las actividades y en las intervenciones de los asistentes. Es el mejor resumen de lo que está sucediendo en la Feria de la Naturaleza que se celebra este fin de semana en los alojamientos rurales de Huerta Grande, Algeciras. José Carlos Sires, invidente, ha explicado cómo llegó a convertirse en ornitólogo capaz de identificar todas las aves de la Península Ibérica por su sonido.
Ha dado unos consejos para adentrarse en el campo y disfrutar oyendo e identificando pájaros y aves sólo por el sonido de sus cantos y ha puesto grabaciones de los pajarillos y aves más comunes en los bosques umbríos del Campo de Gibraltar: paloma torcaz, mosquitero ibérico, petirrojos, reyezuelo listado, herrerillo, carbonero, etc. Su conferencia ha sido amena y muy interesante y ha motivado un interesante coloquio con los asistentes.
El mismo interés se ha suscitado tras la siguiente ponencia, la del doctor en zoología Alejandro Onrubia sobre el modo en que las aves se orientan en sus largos viajes migratorios.
Lo mismo ocurrió en la jornada del viernes por la tarde cuando el público tuvo ocasión de lanzar preguntas a Juan de Lama, director del parque natural del Estrecho, que respondió a las preocupaciones de los presentes. Sobre todo a las referidas al paraje natural de Los Lances, que pese a ser un enclave protegido sigue sufriendo las agresiones del turismo masivo y los practicantes de las diversas variedades de deportes del viento. Rafael Benjumea, ornitólogo sevillano formado en Migres, relató su experiencia en Batumi, ciudad de Georgia a orillas del Mar Negro, donde participa en las campañas de seguimientos de las migraciones de rapaces. Benjumea explicó que en Batumi se llegan a contar más de un millón de rapaces en migración. Vienen de Rusia y de las estepas siberianas, cruzan el Caucaso y bajan hacia Batumi para seguir luego hacia Israel y África.
“En un día hemos llegado a contar hasta 300.000 aves” dio Benjumea, colaborador de la ong holandesa Batumi Raptors Count. Su intervención fue seguida con mucho interés por los asistentes, que antes habían escuchado las palabras de Keith Bensusan, miembro de la Sociedad de Ornitología e Historia Natural de Gibraltar, y de Manuel Fernández Cruz, uno de los pioneros de la ornitología en España, y maestro de generaciones de pajareros. “Para un biólogo, llegar aquí en 1972 era como llegar al paraíso”. Así de contundente evocó Fernández Cruz su llegada al Campo de Gibraltar cuando era profesor de zoología en la Universidad Complutense de Madrid, en la que se había formado junto al profesor Francisco Bernis Madrazo, ornitólogo y biólogo, fundador de la Sociedad Española de Ornitología (SEO). “Éste era un sitio deslumbrante para un biólogo. La vegetación, la diversidad de ecosistemas, el estado casi virginal de muchos de ellos, la acumulación de animales, la abundancia de la pesca”…
Manuel Fernández Cruz ha hablado con emoción de aquellos años, pero también ha informado de la labor que poco a poco fue dando contenido científico a la labor que realizaba un pequeño grupo de ornitólogos que estaban inventando prácticamente esta ciencia en España. “Fue Francisco Bernis el primero que vino aquí a estudiar las migraciones de las cigüeñas.
Fue en 1961. Venía de Doñana y lo que vio aquí le impresionó”, dijo Fernández Cruz.Fernández Cruz trufó su exposición con multitud de anécdotas y datos curiosos, y también hizo una serie de denuncias y reivindicaciones. Dijo que las compañías eólicas engañaron en su día al Ayuntamiento de Tarifa y que la proliferación de campos eólicos es una barbaridad.
No sólo para la supervivencia de las aves y de la belleza del los paisajes, sino incluso para la seguridad de las personas. “El campo eólico del Cabrito es un peligro para los conductores”, afirmó. También dijo que el turismo masivo y descontrolado amenaza espacios muy sensibles como el paraje de Los Lances, en Tarifa, y pidió a este Ayuntamiento que se crea verdaderamente, y actúe en consecuencia, que el mejor patrimonio de Tarifa es su medio ambiente.
El profesor propuso a los organizadores y asistentes de esta Feria de la Naturaleza que de ella surja un alegato o comunicado en defensa del Campo de Gibraltar, de la naturaleza, de las aves, y de un modelo de desarrollo sostenible y equilibrado. A su juicio, para ello bastaría que se cumplieran, respetaran y aplicaran las figuras de protección que ya existen y que las Administraciones públicas obraran en consecuencia.