El proyecto conllevará la realización de una intervención arqueológica para poner al descubierto parte del sistema defensivo y obtener la información necesaria para acometer una intervención de conservación, restauración y valoración. Igualmente se pretende documentar la génesis, evolución y destrucción de las murallas, y ahondar en las técnicas constructivas. Este proyecto ha llevado aparejada una intervención anterior realizada por la delegación de Parques y Jardines, bajo control arqueológico, para el desbroce del entorno del Hotel Reina Cristina y de la urbanización Marina del Carmen. La actuación se llevará a cabo en una parcela municipal denominada “Huerta del Carmen”, calificada como Espacio Libre Público y situada junto al residencial Marina del Carmen, ente los paseos del Chorruelo y de la Conferencia. La parcela está catalogada dentro del Área de Protección Arqueológica del Término Municipal de Algeciras y alberga restos de tres periodos históricos. Por un lado, restos del periodo romano pertenecientes al barrio industrial de la colonia romana Iulia Traducta (del siglo I a.C al VII d.C). Existen indicios de la localización de factorías de salazón en las inmediaciones de la parcela, y también se han encontrado estructuras de la época altoimperial en el entorno de la torre 3. También están documentados restos del periodo bajomedieval, correspondientes al cierre meridional del sistema defensiva de la ciudad meriní denominada “al-Bunayya” (1282-1379 d.C), de las que se conservan emergentes tres torres y cuatro tramos de barbacana. Finalmente, del periodo contemporáneo, existen los restos de un horno de alfarero del siglo XIX. Además del valor monumental y de las posibilidades para la revitalización de esta zona de la ciudad, el proyecto también tiene en cuenta la importancia histórica de este yacimiento. Así, la ciudad de al-Bunayya es la única fundación de nueva planta que los meriníes realizaron en la península y forma parte de un conjunto de fortificaciones que los emires magrebíes diseñaron para acantonar sus huestes junto a centros urbanos para su asedio y control, caso del Afrag en Ceuta y Almansura en Tremecén (Argelia), o como cabeza de puente para realizar la yihad en la Península, objeto de Algeciras y Ksar es-Seghir (Norte de Marruecos). Al-Bunayya fue fundada por el emir meriní Abu Yusuf en 1282 a.C. como campamento militar y residencia real, por lo que estaba dotada, además, de un palacio. Funcionó como base de operaciones de los ejércitos meriníes en sus expediciones de saqueo en el Bajo Guadalquivir y como centro para la gestión del denominado “protectorado” meriní en al-Andalus. La ciudad fue, posteriormente, conquistada por castellanos y aragoneses que la mantuvieron durante veinticinco años, hasta que en 1369 fue recuperada por el emir nazarí Muhammad V. Este recinto, al igual que el de al-Yazirat al-Jadra, fue destruido por los granadinos a finales del siglo XIV, tras valorar las dificultades que suponía mantenerlo y ante el peligro de que retornara a manos castellanas. La investigación actual ha detectado al menos dos fases constructivas: una primera correspondiente a la fundación original de la ciudad a finales del siglo XIII y otra realizada entre esa fecha y finales del siglo XIV. A la primera fase corresponden las obras realizadas en tapial –la muralla y dos tramos de barbacana- y a la segunda, las obras ejecutadas con calicanto y forro de mampostería –las torres y otros dos tramos de antemuro-. Debido a la envergadura física de los restos, se plantea un proyecto a realizar en varias fases. Para tener una idea aproximada de la magnitud de los restos subyacentes, se han realizado algunas mediciones. Se estima que el antemuro puede tener un desarrollo lineal de más de 240 metros de longitud, en comparación con los 140 metros que tiene el del Recinto Arqueológico de la Avenida Blas Infante. La primera fase tendrá como objetivo la actuación en torno a la torre 3, la más cercana al acceso sur de la ciudad y cuya recuperación conectaría con el proyecto de ajardinamiento que la Delegación de Parques y Jardines va emprender de forma inminente en los bancales situados al Este del Hotel Reina Cristina. La actuación en esta parte del yacimiento permitirá la creación de un paseo que dará acceso al recinto amurallado. El proyecto de intervención arqueológica prevé actuar, primeramente, en la barbacana 3, que tenía por objeto aislar la muralla principal de la maquinaria de asalto. Aquí se realizará un sondeo que pondrá al descubierto 30 metros lineales de la barbacana de calicanto y que conectará con la torre 3, de la que se conserva, actualmente, un alzado de 4,50 metros. Esta actuación permitirá comprobar si la muralla está asociada a un foso defensivo y si había un segundo antemuro, construido con la técnica del tapial, del que existen indicios y que debía situarse en un espacio intermedio. Es previsible que con esta intervención se pueda también descubrir parte del barrio industrial romano. Después, como complemento, se prevén otras dos intervenciones más, una junto a la torre 1 –la más occidental- para comprobar la concesión de esta torre con la muralla principal; y otra junto a las barbacanas 2 y 3, que pertenecen a otra fase constructiva, para dilucidar la existencia de una posible puerta del acceso al recinto defensivo.