IAM/Redacción Se considera un artesano más que un artista pero nadie duda de que Jaime Perez Ramos es el escultor por excelencia del Campo de Gibraltar. Influenciado por las vanguardias artísticas de los años cincuenta, sus piezas hacen plantearse a quien las observa cómo es posible que el hierro pueda adquirir la capacidad de volar. En él la expresión artística parece no tener fin. En su taller uno se mueve entre infinidad de piezas y no encuentra el momento de formalizar la entrevista, ensimismado en la controversia individual de cada una de ellas. A través de su extensa obra nos muestra el alma de un hombre que vive entre el mar, la industria y el viento. (Fotografía Alberto Vega).
-¿Cómo despierta en ti la inquietud artística?
JP: La inquietud artística despertó en mí desde hace muchos años, cuando era un niño y me gustaba dibujar. Recuerdo muy bien que en casa me regalaban muchos álbumes para colorear y por mi cuenta investigaba acerca de los materiales con los que trabajaba.
-¿Por qué deriva en la disciplina cultórica?
JP: Las disciplinas escultóricas en sí mismas, para mí fueron un descubrimiento tardío en el sentido en que las descubrí cuando estaba en la escuela. Años más tarde cuando yo trabajaba en la mecánica, observaba los materiales que iba a emplear en este campo del arte y así supe que había algo más generado por el torno.
Además, pude contactar con otro formato que me dio una nueva visión. Yo, en ese entonces trabajaba con chapas en hierro, perfiles de aluminio y cualquier tipo de material que me encontraba por el taller y que de alguna manera fuese útil para la investigación de esculturas.
-La geometría y el aire que respiran tus esculturas las hacen parecer volátiles…
JP: En principio, las esculturas que yo hago no son 100% originales ya que me inspiro en el trabajo de otros artistas. El material con el que trabajo es duro pero se convierte en volátil cuando lo sometes al fuego.
Entre otras cosas, la fragua ayuda a convertir el hierro a una textura más blanda y eso ayuda a que tú le puedas dar la forma que desees.
-En tu obra se plasma el alma de nuestro entorno ¿El mar siempre está presente en tu inspiración?
JP: Considero que mar siempre ha estado presente en mi inspiración porque tengo varias piezas que lo reflejan. De hecho hay varias de ellas que son “ventanas al mar”.
-¿Cómo evoluciona tu proceso creativo?
JP: A lo largo de mi proceso creativo no dibujo ningún esbozo ni nada por el estilo ya que lo que hago es tomar parte de mi inspiración con el material que tenga a mi disposición y este me sugiere la forma que debo darle. A medida que la obra me va preguntando, yo le voy respondiendo y ese es un riesgo que siempre hay que correr.
-¿Chillida es tu mayor referente?
JP: Considero que Chihida si ha sido uno de mis mayores referentes porque cuando yo lo descubro, me encuentro con que las obras de él me impactaban mucho. De hecho, las obras mías me recuerdan mucho a este hombre por el sentido y el propio significado.
Considero que soy una persona humilde porque me gusta el trabajo bajo perfil. Además, tengo mi obra pero difícilmente podría explicarla a alguien más porque la tengo muy interiorizada
-Has sido maestro de la Escuela de Arte y Oficio de Algeciras, ¿cómo se transmite a los alumnos la pasión del arte además de la técnica?
JP: Transmitir a los jóvenes la pasión por el arte es un proceso complejo porque cuando el alumno te ve, se fija en ti y en tu obra.
He notado que cuando eres muy joven, difícilmente conectas porque ellos están en otra órbita. No obstante, hay muchas personas que aprenden, intentan hacer algo parecido a lo que tú haces e imitan tu trabajo, lo cual es bastante gratificante.
-¿Qué opinas sobre la situación actual en que se encuentra ese emblemático edificio?
JP: Yo inauguré la Escuela de Arte y Oficio de Algeciras con Pepe Ramos, director de la época y actualmente lo veo bastante mal. La estructura de esa edificación fue hecha en hierro pero en esta zona, ese material no responde bien porque hay mucha humedad y levante y se va resintiendo.
-En 2015 donaste dos de tus obras a Algeciras, Homenaje a la concordia y Espacio para la filosofía. Ambos títulos llevan consigo una profunda carga reflexiva y social. ¿qué legado has dejado a los algecireños con esta donación?
JP: Para serte sincero, son dos obras que marcan un punto muy importante en mi profesión y deseo que quede un legado importante en los algecireños con ellas.
En el caso de la obra de la esquina del parque (Homenaje a la concordia) lo hice en honor a los oficiales caídos de las fuerzas del estado. Pilar Pintor fue quien me llamó y me indujo para hacer algo y yo, con muchísimo cariño, doné mi obra.
Para la segunda obra, yo hablo con Pilar Pintor para colocarla en el archivo municipal pero ella me dijo que quedaba mejor en un museo que recién se iba a abrir. Me gusta porque está en un sitio fijo y la gente tiene la oportunidad de visitarla frecuentemente. Además, es un homenaje a la filosofía, una especie de habitáculo muy raro y poco convencional.
-Eres un escultor de referencia para nuestra comarca. El galerista Manolo Alés decía que los tres artistas más importantes del Campo Gibraltar son los pintores Pepe Cano, Pepe Guerra y tú. ¿Cómo te sientes ante esta afirmación?
JP: Con esa afirmación me siento muy acomplejado porque es una responsabilidad muy grande. Como he venido reiterando, me gusta ser humilde porque es mi manera de pensar y actuar.
-¿Cuál ha sido tu mejor momento artístico?
JP: En realidad han sido muchos momentos importantes en mi carrera artística y aun así considero que el mejor de ellos no ha llegado.
Del pasado te podría decir que cada vez que realizo una obra, siempre es un momento único para mí. De hecho, un crítico de arte jerezano dijo que mis obras de arte son un “pellizco de emoción”.
-¿Tienes alguna exposición a la vista?
JP: Ahora mismo no tengo ninguna exposición a la vista pero si quisiera hacer alguna, podría ir a La Línea o San Roque donde ya he expuesto antes
-¿Te identificas con las corrientes artísticas de la era digital?
JP: Personalmente no me identifico con las nuevas corrientes artísticas. De hecho no tengo móvil. Sin embargo, no tengo nada contra el internet, incluso estoy buscando la manera de enterarme de cosas nuevas a través de este medio.
-¿Tienes alguna obra planeada que no hayas hecho?
JP: Posiblemente tenga alguna obra en mente que quiera hacer. Si yo me propongo realizar algo, lo ejecuto rápidamente y eso conlleva un proceso que requiere de tiempo. No obstante, con relación al futuro, yo vengo todos los días y sigo trabajando en mis proyectos artísticos esperando de ellos lo mejor.
Considero que soy un artesano porque prefiero hacer las obras con mis propias manos.
-¿Qué le dirías a un chico de 15 años que tiene ilusión por ser artista?
JP: A un chico de 15 años que tiene deseo, vocación e ilusión por incursionar en el mundo del arte le diría una frase con la cual me identifico y es “el arte necesita gente que tenga mucha idea, fuerza y ánimo por este hermoso campo”.
Cuando uno conoce a Jaime Pérez Ramos, nota en seguida su excesiva humildad. Y no es falsa modestia, realmente se concibe a sí mismo con una normalidad en demasía, hecho que no se encuentra habitualmente en la genialidad y creemos puede ser un error por su parte ya que este campechano señor reúne todos los requisitos para que su obra quede grabada en la memoria de cualquier mente inquieta. Su constancia en el trabajo, su pasión expresiva y su indiscutible talento hacen que Jaime Pérez Ramos, tenga, para siempre, un lugar entre los grandes genios que ha dado nuestra comarca.