Parte de este aumento podría achacarse a la existencia de más tabaco falsificado derivado de la instalación de fábricas ilegales en España, una práctica preocupante que está en alza.Si bien ésta es la tasa de penetración de tabaco no doméstico (aquel que no tributa en la Península) más elevada a nivel nacional desde 2008, tanto en Andalucía como Extremadura el problema alcanza dimensiones muy preocupantes con cifras récord: uno de cada dos cigarrillos consumidos es de procedencia ilegal.En el caso de Andalucía, el consumo de tabaco no doméstico creció un 7,3% hasta representar el 45,6% en el segundo semestre de 2014, frente al 38,3% del mismo periodo del año anterior, como consecuencia del crecimiento en provincias como Sevilla (que pasa del 38,1% al 56,5%) o Cádiz (del 38,8% al 47,6%).
En localidades como Algeciras roza el 80%. En Jerez de la Frontera, el consumo de tabaco que no ha pagado sus impuestos en España creció un 40% hasta el 58,4%, frente al 41,4% en el mismo periodo de 2013.En Extremadura, el tabaco ilegal experimentó un fuerte aumento al pasar el consumo de cajetillas no domésticas del 38,3% al cierre de 2013 al 54,1% a fin del pasado año, lo que supone un incremento del 58%. En general en el resto de España se aprecia una tendencia al alza, aunque sin cambios significativos.“Desde la Mesa del Tabaco queremos alertar de la gran penetración que tiene ya el tabaco ilegal, especialmente en el sur de España, donde lamentablemente la compra de tabaco ilícito se ha convertido en una práctica habitual y está totalmente normalizada entre los ciudadanos”, afirmó Juan Páramo, portavoz de la Mesa del Tabaco, quién recordó que el 60% de los ciudadanos andaluces afirma que es normal fumar cigarrillos ilegales, prácticamente el doble que hace un año, según un estudio de la consultora Millward Brown para la Mesa del Tabaco.
En relación a la permisividad social existente con el tabaco de contrabando, Mario Espejo, presidente de la Unión de Estanqueros, que forma parte de la Mesa del Tabaco, aseguró que “es básico que los consumidores sean conscientes de lo que supone comprar una cajetilla fuera del estanco o de las máquinas expendedoras, que son los dos únicos canales de venta legal.
El comercio ilícito de tabaco ha aumentado espectacularmente en los últimos años poniendo en peligro la seguridad de los menores, los impuestos especiales que no se ingresan y la economía de más de 13.500 estanqueros que viven honradamente de su trabajo y que contribuyen legalmente a la economía del país”.Para la Mesa del Tabaco, que aglutina al conjunto del sector en España desde agricultores a estanqueros pasando por fabricantes y distribuidores, la solución al problema del contrabando de tabaco pasa por la implicación del conjunto de la sociedad. “Toda la ciudadanía tiene que saber que detrás de una cajetilla ilegal hay un tabaco que, además de no pagar impuestos y facilitar el acceso de los menores al producto, no está sujeto a ningún control y es una importante vía de financiación de las organizaciones criminales”, concluyó Juan Páramo, no sin antes valorar el esfuerzo de las Administraciones Públicas, en especial, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y el Servicio de Vigilancia Aduanera en la lucha contra el contrabando.