En un comunicado, los ecologistas explican que “una de las joyas del litoral” es este gasterópodo, en peligro crítico de extinción, pues es “el invertebrado marino más amenazado del Mediterráneo, una joya evolutiva y de nuestra fauna con la que tenemos el privilegio de convivir en la costa surmediterránea andaluza”. “No debemos quebrar esa convivencia por ignorancia, negligencia o falta de sensibilidad ecológica. Hagamos reflexión y demostrémonos a nosotros mismos que estamos a la altura de los tiempos que corren, actualmente convulsos para la biodiversidad mundial”, añaden.
También piden no ser sólo sensibles ante los males que afligen al lince ibérico o al águila imperial, “especies mediáticas estrictamente protegidas”, sino “también ante otras pequeñitas, también protegidas, pero menos seductoras morfológicamente”, estando a su juicio la también llamada lapa ferruginea entre ellas.