Así lo dice el Defensor en una carta enviada el 13 de octubre pasado a la asociación de madres y padres del colegio que, el 14 de agosto, le envió a Sevilla un escrito explicando el abandono del colegio y la dejadez e ineficacia de las autoridades competentes para arreglarlo.
Jesús Maeztu afirma que va a solicitar información sobre el estado del centro y sobre los motivos por los que hasta este momento no se han acometidos las obras de reparación mencionadas, así como sobre las medidas que se hayan adoptado o puedan adoptar, en orden de llevare a cabo las intervenciones que sean necesarias. Maeztu precisa en su carta que ya se ha dirigido al Ayuntamiento de Algeciras para que le aporte cuanta información disponga sobre los hechos que esta asociación le ha planteado.
La asociación pedía en su denuncia al Defensor que, ante la situación generada por la pandemia del coronavirus, las autoridades reparasen de manera urgente el muro y vuelvan a abrir el patio para uso del alumnado y que arreglen las graves deficiencias detectadas por la Inspección de Trabajo. La asociación decía textualmente en su carta: “Respecto al muro le decimos que la pandemia del coronavirus exige cuanto más espacio mejor en los colegios para reducir al máximo los contactos entre los niños y niñas y le recordamos que otro patio cercano al cerrado viene soportando desde finales de 2010 la presencia de más de 300 niños y niñas cuando no debiera tener más de 150. El actual alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, dijo en 2011, cuando solo era candidato, que cuando él fuera alcalde arreglaría el muro en dos meses. Han pasado cerca de diez años, el muro sigue sin arreglarse y el patio sigue cerrado e inutilizado. Le Delegación de Educación escribió carta varias veces a la dirección del colegio a lo largo de todos estos años, primero con el gobierno de un color y luego de otro, siempre diciendo que el asunto era competencia municipal. La Junta de Andalucía ha anunciado hace unas semanas que va a arreglar el asunto, pero hasta el momento las únicas obras que se han hecho son asuntos menores que ha arreglado la brigada municipal. El muro sigue igual (…)”
“Mientras el Defensor Andaluz investiga y el Ayuntamiento mira para otro lado, parte del alumnado pasa ahora el recreo en uno de los pasillos de acceso al colegio con un suelo empedrado que no reúne las mínimas garantías de seguridad. Y entre las múltiples obras que necesita el colegio clama al cielo que en el aula matinal hay una grieta que coge la pared entera y por la que se puede mirar y ver el exterior. ¿Qué pasará cuando llueva? ¿Se empapará la clase mientras los pequeños saltan en los charcos del suelo? La concejala de Educación, Laura Ruiz Gutiérrez, y el alcalde deben saber cuánto mide y qué recorrido tiene la grieta porque este verano vinieron tres veces a hacerse fotos para mentirle al pueblo diciendo que ya estaban arreglando el colegio”, critica el Ampa.
