La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, ha denunciado el agravamiento de la situación que vive el personal médico del centro penitenciario de Algeciras (Botafuegos), después de que actualmente solo queden dos facultativos para cubrir el servicio de día. CSIF ya alertó, hace mes y medio, de la pésima situación que sufre la plantilla de uno de los centros más poblados de España, enviando un escrito a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias en el que se solicitaba la cobertura de las plazas vacantes para que la atención médica sea adecuada.
Esta Secretaría contestó diciendo que hasta junio no podrían incorporar nuevos interinos al equipo médico, algo que a todas luces es insuficiente. CSIF recuerda que este centro penitenciario debería contar con nueve facultativos de carrera más dos interinos, según la Relación de Puestos de Trabajo (RPT).
A comienzos de febrero, había cuatro y un interino; ahora ya solo quedan tres, de los que solo dos pueden cubrir el turno de día, pues el tercero queda solo para las guardias. Todos ellos están realizando una jornada semanal superior a 80 horas, cuando la normativa dictada por la Directiva Europa indicaba que la jornada no podrá superar nunca las 48 horas semanales, incluidas las horas extraordinarias.CSIF siempre ha considerado como ofensa el que existan otros centros penitenciarios con hasta 13 médicos, cuando el de Algeciras es un centro de tránsito, de modo que cuenta con el volumen de altas y bajas más alto del país, junto con Soto del Real (Madrid). Al mismo tiempo, en Algeciras existe una altísima prevalencia de enfermedades infecciosas como VIH o Hepatitis C, patologías psiquiátricas, toxicomanías y patologías crónicas graves. Esta situación, además, se agrava por la escasa o nula asistencia de especialistas al centro, salvo un psiquiatra cada tres meses y un internista cuya última visita fue en junio de 2014. CSIF sigue haciendo constar que las quejas por deficiencias en la atención médica son habituales en el juzgado de Vigilancia Penitenciaria, saturando aún más el trabajo del equipo médico, pues es una labor que debería recaer sobre el subdirector médico (figura, por otra parte, que desapareció de la prisión de Algeciras en 2011).