Según ha explicado González Cabaña a Europa Press, trasladó este problema al Congreso a través de una pregunta parlamentaria que ha obtenido una respuesta en la que, en su opinión, “se persevera en una estrategia que concibe la aduana con Gibraltar como un elemento de presión que termina por perjudicar los intereses de España y, especialmente, de La Línea de la Concepción”. El parlamentario del PSOE cuestiona “las mejoras técnicas y organizativas” que el Gobierno asegura se han adoptado en la Verja, y que el propio Ejecutivo reconoce que “no impiden que puntualmente, consecuencia de los incrementos detectados en la realización de determinadas irregularidades o abusos de derecho en el régimen aduanero de viajeros que conducen a un aumento en el nivel de control, pueda originar colas en el tránsito de vehículos”. Para González Cabaña, es “evidente” que la actuación de la Administración de Aduanas e Impuestos de La Línea “no consigue el doble objetivo de control y agilidad en el tráfico”. “Esa compatibilidad entre reducir, en la medida de lo posible, molestias a los viajeros y luchar contra el fraude que supone la introducción de cigarrillos de contrabando procedentes de Gibraltar no se está consiguiendo a la vista de las largas colas que han provocado las quejas tanto del Ayuntamiento como de los agentes económicos de La Línea por los perjuicios que se está generando en la economía de la ciudad”. Por ello, ha insistido en la necesidad de que por parte del Gobierno de la nación se desarrolle una política hacia Gibraltar “basada en la convivencia y el diálogo”.