IAM/Redacción La Federación de Asociaciones solidarias con el Sáhara de la provincia de Cádiz ha hecho un llamamiento a la población gaditana sobre la acogida de menores saharauis durante los meses de verano.
Se necesitan familias de acogida para estos menores, que “malviven en los campamentos de refugiados de Tindouf, donde el verano resulta insoportable por las duras condiciones en las que viven, en una tienda de lona o en su casa de adobe, donde el calor se hace insoportable todos los días, porque las temperaturas en plena Hamada del Desierto Argelino supera los 50ª a la sombra”.
En esta ocasión también hacenmos un llamamiento porque las existencias en el almacén de reservas de alimentos básicos dirigidos a los refugiados saharauis, los más imprescindibles, “ya están agotadas”, por lo que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) “se vio obligado a reducir un 20% las raciones mensuales de alimento destinadas a los refugiados en el mes de mayo y se verá obligado reducir en el próximo mes de junio y si no recibe contribuciones de los países donantes, a la mayor brevedad posible, no podrá cumplir con sus obligaciones para el segundo semestre de 2017, lo que aumenta agravamiento de la difícil situación humanitaria de los refugiados saharauis”.“También los productos micronutrientes para luchar contra la malnutrición y la anemia se han agotado, lo que pone en riesgo la vida de miles de niños y mujeres que padecen malnutrición y anemia severa, crónica y aguda y al mismo tiempo el proyecto de productos frescos destinado a estos refugiados fue reducido en un 70% puesto que la Dirección General Europea aún no ha liberado su contribución para el año 2017”, dice la Federación, que insiste en que “ahora más que nunca necesitamos sacar a estos menores de allí, por lo menos durante los meses de verano, para paliar en alguna medida ese déficit alimentario, así como hacerle un chequeo médico”.
Los menores que vienen por primera vez tienen unos diez años aproximadamente, además de todos los menores que repiten en el programa y que se encuentran entre diez y catorce años, que volverán con sus familias de acogida de años anteriores.