IAM/Redacción “Algeciras, Sí Se Puede” y Podemos Algeciras quieren mostrar su apoyo públicamente a los empleados de Correos en Algeciras, que esta mañana se han manifestado en defensa de sus derechos y por un servicio postal público y de calidad.
Correos es una sociedad anónima, una empresa de capital 100% público, cuyo propietario es el Estado español. Tiene la responsabilidad de prestar el Servicio Postal Universal en España, y, de ese modo, hacer efectivo el derecho de todos los ciudadanos a las comunicaciones postales. Derechos que prefieren sacrificar en aras de la competitividad y de la rentabilidad empresarial.Hasta ahora, ha habido una importante reducción de la plantilla de Correos en Algeciras, mientras que el número de hogares aumentaba, lo que ha provocado que sea materialmente imposible que las cartas lleguen de forma regular.La plantilla de Correos en Algeciras empeora su situación cada día. Las condiciones de explotación que se viven en sus oficinas no son en muchos casos denunciadas por el miedo de los empleados a no volver a ser contratados.Según nos informan los propios trabajadores, más del 70% de la plantilla es personal eventual, que se contrata desde una bolsa de empleo. Así que los trabajadores que, en algún momento, intenten hacer valer sus derechos o se revelen ante algún tipo de abuso, son evaluados negativamente y no vuelven a ser contratados.Los carteros son obligados a llevar diariamente todas las cartas que han de repartirse en su barrio, aunque sea completamente imposible efectuar dicho reparto, lo que provoca que, en la mayoría de los casos, tengan que volver cargados hasta la oficina de Correos. Las vacaciones o bajas no se cubren, por lo que el reparto se acumula, esperando la vuelta del trabajador/a a su puesto. Además, según algunos trabajadores, las presiones, abusos y coacciones por parte de la jefatura están a la orden del día.El último intento de reducción de la jornada de una parte de los trabajadores a solo cuatro horas es lo que ha provocado que los empleados postales hayan dicho basta y hayan salido a la calle para protestar y reivindicar sus legítimos derechos laborales.Desde luego, es intolerable que el Estado, el mismo Estado que tiene el deber de cuidar de sus ciudadanos y de garantizar los derechos laborales, sea quien maltrate de ese modo a los empleados de una de sus empresas más significativas. Aquí, como en tantas otras cosas, hace falta un cambio.
