Las asociaciones Algeciras Acoge y APDHA muestran su pesar por los hechos acontecidos el pasado domingo 2 de agosto en aguas cercanas a Ceuta, donde 4 personas de origen subsahariano perecieron ahogadas mientras intentaban alcanzar la costa de la ciudad autónoma a nado. Igualmente, muestra su preocupación por la existencia de una patera con 11 personas, de las cuales parece provienen los inmigrantes fallecidos que tras alertar a salvamento marítimo de su precaria situación, se encuentra desaparecida. Asimismo, une sus condolencias por la muerte por asfixia de un joven marroquí, cuyo cuerpo fue descubierto en el puerto de Almería al intentar acceder al país en el maletero que conducía su propio hermano.Algeciras Acoge y APDHA reclaman la adopción de medidas urgentes por parte de las autoridades competentes ante episodios como éste, tristemente conocidos en nuestra zona y que no deben caer en la indiferencia. Denuncia el mantenimiento de una política migratoria que se centra en el blindaje de nuestras fronteras, desatendiendo las causas que llevan a estas personas a tener que salir de sus países de origen y con inexistencia de vías reales de entrada regularizada que de algún modo paliaría las situaciones dramáticas vividas. En esta línea se presentó el pasado 22 de julio un escrito ante la Delegación del Gobierno en Andalucía, alertando que factores como las situaciones de violencia en Marruecos hacia la población subsahariana, o la cobertura legal dada a las llamadas devoluciones en caliente en las vallas de Ceuta y Melilla, podrían propiciar un aumento de los intentos de llegadas desde el mar, en condiciones cada vez más precarias.Algeciras Acoge y APDHA exigen que prime ante todo la atención humanitaria y labores de salvamento marítimo, independientemente de que la jurisdicción territorial sea española o marroquí, ya que una atención rápida y urgente en estos casos evitaría sucesos tan funestos como éste. Del mismo modo, lamenta el anuncio realizado por FRONTEX (Agencia Europea de Fronteras) de recurrir a subcontrataciones de empresas privadas para el control aéreo del Mediterráneo, en palabras del director adjunto de la agencia, “para suplir las deficiencias encontradas cuando los estados no ofrecen los suficientes medios para cubrir las operaciones”, muestra inequívoca de la falta de voluntad política para acabar con el drama de la inmigración.