Tras la destitución de Isabel Ugalde como Gerente de la Finca de la Almoraima, desde el movimiento ecologista solo se puede mostrar satisfacción, ya que su gestión se ha basado trabajar con ahinco para aumentar y generar pérdidas económicas y asi justificar la venta de la Finca, que finalmente quedo frustrada. Desde el punto de vista medioambiental, no ha dado solución alguna a los graves problemas de seca, exceso de herbívora e incluso se opuso frontalmente a la ampliación que ha llevado la Junta de Andalucía para que la ampliación del parque natural de Los Alcornocales en la finca de La Almoraima.
Tras esta buena noticia, observamos distintas reacciones de los distintos actores sociales, entre ellos hemos podido leer en los medios de comunicación, el interés que ha mostrado el Ayuntamiento de Castellar en crear una institución bilateral para negociar la forma de gestión de la finca y obtener beneficios económicos para el municipio.Desde AGADEN entendemos que la Finca de la Almoraima, a pesar de ser una joya ecológica dentro del Parque Natural, tiene unos graves problemas de conservación, a consecuencia de la seca y de la nefasta gestión de las últimas décadas, por este motivo se está poniendo en riesgo sus valores ecológicos incalculables. En este contexto y situación medioambiental, la regeneración y conservación se debería priorizar por encima de cualquier interés de desarrollo económico que lo pueda poner aun en más riesgo, para garantizar que se de esta prioridad, vemos imprescindible que la gestión sea desde el Estado y no se hagan concesiones de terrenos para una gestión municipal ni privada, como ya está ocurriendo en la Finca de Los Cuarteles.Por ultimo le solicitamos que se coordinen con la Junta de Andalucia, para la llevar los tramites y gestiones necesarias para aplicar en la Finca de la Almoraima, al artículo 16.1 y 16.2 de la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes sobre Montes públicos y montes privados , Tanto la Finca de la Almoraima como la Finca de Botafuegos presentan grandes problemas de conservación, ambas sufren una gran afección de seca que lejos de ser gestionada, es abandona a su suerte, mostrando una gestión de abandono absoluto, donde no solo no se regenera sino que además se descorchan masas forestales moribundas, que firman su sentencia de muerte comko bosque.La Almoraima sufre además de un exceso de carga herbívora que hace imposible la regeneración, además de mantener por intereses cinegéticos especies no autóctonas como gamos y muflones.