Bajo estas condiciones se ha seleccionado de forma natural una raza o ecotipo de Corzo Andaluz, que en si mismo tiene un valor genético incalculable. Respecto a esta raza autóctona y su conservación, es la primera cuestión que le hemos planteado a la Delegación Provincial de Medio Ambiente en Cádiz, esta alta superpoblación en la finca estamos convencidos de que ha sido inducida por los mismo propietarios de la finca, respondiendo a intereses propagandísticos, para atraer cazadores hacia su coto por su alta densidad de poblaciones de corzo. Por este motivo creemos que desde la Delegación se debe investigar si en la finca se están trayendo corzos no autóctonos para repoblar, del norte de España, este hecho sería grave, ya que los ejemplares autóctonos de una población son los mejor adaptados a vivir en los ambientes que le son propios, y la hibridación de poblaciones con ejemplares no autóctonos conduciría a la pérdida de adaptaciones locales que han tardado mucho tiempo en conseguirse, además de existir graves riesgos de trasmisión de nuevas enfermedades, de las que el corzo andaluz no está inmunizado.En segundo lugar, entendemos que esta superpoblación en esta finca, de la que habla la Delegación, no responde a la normalidad en las poblaciones de corzos, es mas en un estado natural las poblaciones de corzo suelen ser bajas, por lo que entendemos que se debería investigar si por parte de los propietarios se están aportando alimentos y agua, para incrementar las densidades de población y generar una sobrecarga en la finca, hecho que respondería a una nefasta gestión, ya que las superpoblaciones de herbiboros ponen en peligro la regeneración del alcornocal.El Delegado Provincial de Medio Ambiente en Cadiz, debería saber que una buena gestión de las poblaciones de herbívoros y una buena gestión cinegética, debe de pasar necesariamente por mantener las poblaciones de herbívoros en unas densidades en las que se asegure su supervivencia, no se ponga en riesgo la regeneración natural del hábitat y mantenga en el medio natural un equilibrio sostenible.Si la gestión de una finca responde a mallarla, aportar alimentos y agua para favorecer la sobrecargar de la finca de altas densidades de corzos y perseguir a sus posibles depredadores o especies competidoras, entonces estamos hablando de “una granja de corzos”, pero nunca de un espacio natural, en el que se debe perseguir una gestión razonable y sostenible, donde debe primar la conservación y no los intereses económicos.AGADEN trasladara todo lo expuesto anteriormente a la Delegación Provincial de Medio Ambiente y exigirá que se desarrolle una investigación de los hechos, de la gestión de la finca en los últimos 5 años y de las practicas desarrolladas en la finca respecto a la gestión cinegética.