Según las estadísticas de Puertos del Estado, se confirma que el Puerto de Algeciras pierde el liderazgo en lo que respecta al tráfico de mercancías en contenedor, siendo superado por el de Valencia. Al mismo tiempo, también desciende en otros apartados, como el de tráficos de trasbordo. Esta situación se debe en gran medida a la desatención de las administraciones con respecto al Puerto. La que más llama la atención es la del propio Ayuntamiento de Algeciras, ya que el actual alcalde, Jose Ignacio Landaluce, tardó más de un año, después de tomar posesión de su cargo, en sentarse con el Presidente de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras, Manuel Morón, por desavenencias políticas. Pero no es el único caso de abandono del Puerto por parte de las instituciones, pues la Junta de Andalucía tampoco ha luchado por los intereses del enclave portuario al no instar al Ministerio de Fomento la mejora de la red ferroviaria Algeciras-Bobadilla, promesa que se lleva haciendo demasiado tiempo y que sigue sin ver resultados positivos para la ciudad. Ni Landaluce ni Susana Díaz cumplen con sus palabras de mejorar ese tramo de la red de ferrocarril, una lucha que deberían encabezar ellos porque desde el Estado Central no se llevará a cabo ya que choca con los intereses de los grandes partidos, quienes tienen en Valencia, curiosamente donde está el Puerto que más sale beneficiado, tensos pulsos por el poder.Ante esta situación, Acción Ciudadana Algeciras denuncia que quien sale perjudicada es la propia ciudad de Algeciras. Esta formación entiende que el Puerto es el motor económico más importante del municipio y no comprende que las instituciones no lo protejan ante el desinterés claro que muestra el Gobierno Central. Sobre el Puerto planea la duda sobre la rentabilidad de mantenerse en este enclave de muchas empresas, que verán más económico el desplazamientos a otros puertos, como, por ejemplo, Tánger. Si esto sucediese, significaría la ruina de Algeciras, hipotecada por los gestores anteriores y actuales. La falta de implicación de las instituciones en la mejora de la red ferroviaria, dejando sus promesas sin cumplir una vez más, puede llevar a la ruina al Puerto de Algeciras, lo que afectaría de pleno al municipio. ¿Cuántos puestos de trabajo puede costar esta desatención? ¿Cuánto perderá Algeciras si las industrias que nutren la comarca se marchan a otros lugares con Puertos mejor comunicados? Tanto el Ayuntamiento de Algeciras actual, como la Junta de Andalucía tendrían que contestar a estas cuestiones, dado que son estas instituciones las que tendrían que luchar por el Puerto y, hasta ahora, tan sólo han dejado palabras. Y a éstas se las lleva el viento.