Las hembras prefieren la sangre de los humanos para “gestar a sus pequeños”, aunque realmente les valdría la de cualquier animal. Pero nuestra piel es más fina y eso nos convierte en blanco fácil.
Los mosquitos cuentan con un instrumento que consta de dos partes: una larga trompacon la que succionan la sangre, y unas pequeñas mandíbulas ubicadas al final de ella, con las que perforan la piel. De esta forma, la trompa del mosquito traspasa nuestra piel y puede llegar hasta algún pequeño vaso sanguíneo de donde extrae su alimento.
Un anticoagulante, el culpable
Entre los componentes de nuestra sangre, uno de los elementos básicos son las plaquetas, encargadas de que esta se coagule y se solidifique cuando sufrimos una herida.
“Para poder extraer la sangre, los mosquitos cuentan en su saliva con un anticoagulante que introducen en nuestro torrente sanguíneo al picarnos. Así, bloquean la acción solidificante de las plaquetas, evitando que la herida se cierre. Sin embargo, nuestro sistema inmunitario reconoce esa sustancia como algo ajeno y la ataca, lo que provoca la inflamación de la zona y la picazón” nos explica la doctora Aurora Garre, asesora médica de Cinfa.
En determinadas personas, las picaduras de mosquito, al igual que las de otros insectos, pueden provocar reacciones alérgicas. Además, en zonas tropicales, las picaduras pueden suponer una vía de contagio de enfermedades tropicales peligrosas como la malaria, eldengue o la fiebre amarilla. En esta época, propia de viajes fuera de nuestras fronteras, es necesario informarse adecuadamente de las vacunas y los tratamientos preventivosnecesarios según nuestro destino.
Entre los principales tratamientos podemos distinguir entre:
Tratamientos preventivos: tienen como objetivo evitar las picaduras de insectos. La mayoría de estos productos cuentan entre sus principios activos con ladietiltoluamida(DEET), considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el repelente más eficaz. Así mismo, y en repelentes infantiles, es muy habitual el 3 – (N-butil – N – acetil) aminopropionato de etilo, el repelente más efectivo en relación a su baja toxicidad, lo que permite su aplicación segura en niños a partir de dos años.
Tratamientos calmantes: indicados para aliviar el dolor y picor tras la picadura. Su principal activo es el amoniaco, que actúa modificando el pH y de esta forma neutraliza la toxina introducida por el insecto.
Diez consejos para evitar las picaduras
- Evitar las áreas donde los insectos tienen sus nidos o adonde acuden: cubos de basura, balsas con agua, comidas y dulces sin tapar y jardines en flor.
- Intentar no salir, en la medida de lo posible, entre el anochecer y el amanecer, ya que es el momento en el que los mosquitos pican habitualmente.
- No utilizar colonias que desprendan olores dulces, ni jabones con perfumes o aerosoles para el pelo, ya que atraen a los insectos.
- Mantener una correcta higiene corporal porque también la sudoración y los olores fuertes invitan a estos insectos a picarnos.
- Usar ropa que cubra la piel: manga larga, pantalones largos y calcetines, así como evitar los colores oscuros y brillantes, que atraen a los mosquitos.
- Sacudir la ropa antes de usarla si la hemos tendido en el exterior.
- Dejar la luz apagada si tenemos la ventana abierta, ya que atrae a los mosquitos.
- Emplear mosquiteras para la cama o cuna fijándolas bajo el colchón y asegurándonos de que no estén rotas, porque constituyen una barrera física de alta eficacia contra los insectos que atacan por la noche. También pueden colocarse en ventanas y puertas, y, para mejorar la protección, pueden impregnarse con permetrina o deltametrina. El aire acondicionado también impide su aparición.
- Seguir estrictamente las recomendaciones sobre el modo de aplicación y la frecuencia de empleo al usar los repelentes de mosquitos.
- Consultar al farmacéutico sobre el tratamiento más adecuado. Además, si vas a visitar un país en desarrollo, es recomendable acudir a un centro especializado en medicina del viajero o consultar con un médico antes de partir.