El alcalde, José Ignacio Landaluce, ha decretado un día de luto oficial en Algeciras por el asesinato de Diego Valencia, el sacristán de la Iglesia Mayor Parroquial de Nuestra Señora de La Palma que fue asesinado en la tarde de ayer por un individuo en la Plaza Alta.
Una jornada en la que las banderas ondearan a media asta en los edificios municipales. Para hoy, también está previsto que se celebre una concentración en señal de repulsa a las doce de la mañana “a las puertas del templo mayor de la ciudad”, según detallan desde el Ayuntamiento.
Así, el alcalde ha trasladado el pesar, “tanto a título personal como en nombre y representación de la Corporación municipal” por la muerte de Valencia. El primer edil también ha trasladado sus “mejores deseos de pronta recuperación al párroco de la Capilla de San Isidro, padre Antonio Rodríguez“, quien también ha sido herido de gravedad en los mismos hechos.
Antonio Rodríguez se encuentra ingresado en el hospital Punta de Europa y, hasta el momento, se sabe que se encuentra estable. Landaluce ha explicado que “estamos todos consternados ante estos hechos, que nos han llenado de dolor. Confiamos en la acción tanto de los Cuerpos de Seguridad del Estado como de la Justicia. Algeciras siempre ha sido una ciudad en la que reina la concordia y la tolerancia, a pesar de que situaciones como ésta hagan que se ofrezca una imagen que no es la que se corresponde con la realidad”.
Por último, el alcalde del la localidad gaditana ha resaltado la coordinación mostrada desde el principio por los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local desplegados en el lugar, lo que ha posibilitado que agentes del Cuerpo municipal fuesen quienes detuviesen al presunto autor de los ataques.
Un comentario
Podia haber ocurrido en cualquier ciudad de Europa, pero nos tocó una vez más a nosotros.
Marruecos hace una buena labor en contra de estos individuos, asesinos que justifica sus acciones por medio de su religión como todos sabemos.
Los Españoles entendemos que es una lacra que hace daño a los dos pueblos.