Algeciras Club de Fútbol y Real Balompédica linense se juegan mañana mucho más que tres puntos en el Estadio Municipal. Ambos equipos disputan el ‘derby’ que mayor expectación crea en el Campo de Gibraltar y la rivalidad entre ambos equipos inyecta una motivación extra que no sabe de clasificaciones, posibles sanciones o riesgos de lesiones.
Varios autobuses partirán mañana desde Algeciras con aficionados del club albirrojo, deseosos de aupar a su equipo hacia una victoria que les deje el camino más despejado hacia la ‘liguilla’ de ascenso; un trabajo que ya tiene hecho su rival, que se proclamó campeón de grupo hace una semana y tiene ya la mente puesta en el ‘play-off’ que podría llevarlos a Segunda B. El empuje de los algeciristas será clave en un partido que se jugará ‘a cara de perro’, en un ambiente que se presume hostil para los albirrojos después de la polémica cimentada en la interpretación, por parte del integrante de la directiva balona Mario Galán, de la afirmación de Pablo Sánchez de que irían “con un cuchillo entre los dientes”. Pese a que Pablo intentó quitar hierro a esas palabras, de las más manidas dentro del terreno futbolístico, el partido promete tensión tras haberse ‘calentado’ ya siete días antes del pitido inicial.
Ambos equipos llevarán gran parte de su artillería pesada al Estadio Municipal de La Línea. El Algeciras contará con casi todos sus efectivos, y sólo la consabida baja de Chapi por la lesión que se le produjo ante el Pozoblanco mermará su capacidad. La Balona, por su parte, tendrá la baja de David Navarro, también lesionado.
