Durante el acto, el portavoz de la Mesa y presidente de la Federación Linense de Asociaciones de Vecinos (Flavi), Juan Antonio Álvarez, ha reclamado la unidad de todas las organizaciones sociales y políticas locales para “defender nuestra ciudad” y “acabar con el abandono histórico” que sufre La Línea.
“Sentimos que, desde siempre, de forma sistemática, somos ninguneados, marginados, olvidados por el Gobierno central”, ha lamentado el portavoz, al tiempo que ha asegurado que “ese es el sentimiento, profundo y principal, que late en nuestra ciudad, que late en los corazones de la gran mayoría de los linenses que en los últimos días lo han sentido de una forma humillante y dolorosa a causa del insuficiente Plan Integral del Campo de Gibraltar”.
Por su parte, Artuvo Valle, histórico activista vecinal de La Línea, leyó el manifiesto de la convocatoria donde explicaba que “cuando una ciudad sufre del abandono de las administraciones públicas, en sus barrios es donde primero y de forma más cruda se manifiesta”.
“El grupo de las 650 viviendas de San Bernardo, junto con otras partes del Junquillo, Atunara, Las Palomeras o Santiago-Conchal-Castillo, constituyen estas zonas en las que el abandono y la precariedad se hacen más evidentes”, ha explciado.
“Para frenar la creciente depresión de estos barrios, y en concreto de San Bernardo y Atunara, esperemos que se busquen alternativas para que estos inmuebles, hospital, residencia de mayores y antiguo hospital municipal, que se han quedado vacíos y cerrados, puedan tener nuevos usos que den nueva vida a la ciudad en general y que frenen el empeoramiento y la depresión que ya está sufriendo estos barrios por su causa”, ha añadido.
Cabe destacar que la Mesa de Trabajo por La Línea viene exigiendo que se reconozca su singularidad en su condición de ciudad fronteriza con Gibraltar, al menos, desde los años 90. En 1999, tras una década de lucha social, se logra tal reconocimiento mediante la entrega de una Carta Económica Especial, que sin embargo fue retirada en 2003.
El caso linense es único en España, por limitar con un territorio sobre el que pesa una reclamación de soberanía del Estado español y por ser la frontera con el único territorio pendiente de descolonizar de Europa según la ONU. Por ello, la Mesa viene reclamando que La Línea “no puede ser víctima” de las políticas de Estado por el conflicto con Gran Bretaña y Gibraltar.