Acompañada por los miembros de las dos asociaciones de vecinos de La Granja y la de Huerta de las Pilas, el Colectivo Ecologista Cigüeña Negra y la junta directiva de FAPACSA (Federación de Asociaciones de Vecinos de Algeciras), Pilar González ha recorrido el acuífero de Huerta de las Pilas y se ha comprometido a “lograr el reconocimiento de la laguna como acuífero y a su defensa y preservación”. Según González, “el agua es un dominio público y proteger el medio ambiente es garantizar un futuro mejor”.
Según la candidata andalucista, “frente al Partido Popular que está sacando en estos días toda su artillería pesada, su armazón ideológico más ultra, defendiendo más contaminación, menos derechos laborales y menos respeto hacia la diversidad”, los andalucistas tenemos “una alternativa autóctona, ecologista y sostenible”.
“En el futuro, los territorios más prósperos serán los más autosuficientes y a Andalucía le sobra potencial, por lo que tenemos que hacer de nuestro hecho diferencial, de las energías renovables, la economía verde, la agricultura o la pesca, el motor de nuestro progreso económico”, afirma la líder andalucista.
González también se ha referido a la reforma de la Ley de Costas anunciada por el Ministro Arias Cañete y asegura que “le parece un atentando medioambiental porque vuelve a hacer de la especulación, el ladrillo y los casinos, las bases de un modelo ruinoso”.
La andalucista teme que el Gobierno de Mariano Rajoy “nos quiera sacar de la crisis a ladrillazos”. “Ni España ni Andalucía saldrán de la crisis “a toda costa”, sino diseñando nuestro crecimiento sobre cimientos sostenibles y en el respeto escrupuloso al patrimonio medioambiental”, asevera.
La candidata del PA piensa que “entre la modificación de la Ley de Costas y que Javier Arenas está harto de la milonga de la sostenibilidad, el PP demuestra que no ha entendido que el 1.300.000 de parados andaluces son consecuencia de un modelo que giró sobre el ladrillo, la especulación y la degradación del medioambiente”.
“Un modelo fallido que parió el Gobierno popular de José María Aznar con la aprobación de la Ley del Suelo de 1998 que liberalizó el suelo, favoreció la especulación y la corrupción. Un desarrollo que, cuando pinchó el boom desarrollista, sólo nos ha dejado a su paso empobrecimiento, desahucios y cierres de empresas”, sentencia Pilar González.