Para el sindicato, la situación del centro específico es rocambolesca. “Alumnado, maestros y personal de administración y servicios desarrollan sus actividades desde hace semanas, mientras de forma simultánea se realizan los trabajos de construcción y terminación de la obra”, evidenció el secretario de Educación en CCOO, Sebastián Alcón.
De hecho, el sindicato al ser informado de la situación por parte del asociación de padres del centro decidió personarse en el mismo con técnicos en prevención de riesgos laborales, quienes pudieron constatar in situ las múltiples deficiencias existentes.
Alcón enumeró múltiples deficiencias entre las que destacó que los cuartos de baño no están adaptados para personas con graves discapacidades, las esquinas de paredes y pilares no están acolchadas, el patio habilitado provisionalmente para recreo tiene varios puntos de especial peligro para tropiezos -como salidas de tuberías-, el vallado es demasiado bajo y facilita la escalada y el suelo presenta un firme irregular que propicia que una persona con dificultades para la marcha tropiece y caiga ya que no está cubierto con material de amortiguación, los radiadores no están afirmados en las paredes, las tuberías de los radiadores no tienen los embellecedores de protección.
Asimismo, hizo hincapié en que el aula de fisioterapia y la de psicomotricidad están unidas, “ya que no han construido el tabique para separarlas y está presente una grieta en la junta de dilatación”, denunció CCOO.
De igual modo, Alcón criticó que el centro no tenga aula taller, por estar en construcción, que no haya mobiliario para el aula hogar y la falta de aula de informática por no estar instalado el cableado. “La piscina no está terminada y con las últimas precipitaciones aparecieron goteras, filtraciones y se inundó el patio de acceso al centro”, detalló Alcón con indignación.
Por otro lado, CCOO insistió en que el comedor está funcionando con luz de obra, proporcionada por un generador de combustible, que debe funcionar toda la noche para mantener las neveras, con la consiguiente molestia para el vecindario. Además sólo hay una furgoneta de transporte adaptado y carece de algunas obligaciones técnicas legales -como el tener cinturones adaptados-, con lo cual los alumnos y alumnas se ven obligados a comer a las 12:30 horas para darles tiempo a ser llevados todos a sus domicilios.
Aparte de este sinfín de anomalías, CCOO suma otra de más gravedad. “El centro, al estar en obras, no está recepcionado y carece de los permisos pertinentes del Ayuntamiento. De hecho, el alcalde de Algeciras, Tomás Herrera, en el Consejo Escolar Municipal replicó que era una buena pregunta. Y los padres lo han constatado, ya que el guardia de seguridad les pide acreditarse para entrar en el centro ya que se considera una obra”, reprobaron.
El sindicato se pregunta cómo puede darse esta situación en un centro público cuando todo el mundo sabe que no puede abrirse un local ni habitarse un piso sin los pertinentes permisos.