“El Partido Popular siempre ha defendido el beneficio de ambas comunidades a cada lado de la verja y el entendimiento de los gibraltareños y campogibraltareños, una premisa que debería ser compartida por el Reino Unido y Gibraltar, pero que ahora han quedado en nada tras haberse quitado Caruana la careta y haber mostrado sus auténticas pretensiones, que no son otras que la utilización de cualquier mecanismo para conseguir seguir tensando la cuerda en sus pretensiones soberanistas sobre el territorio gibraltareño y las aguas que lo rodean”, ha dicho el diputado.
De cualquier modo, asegura Landaluce, “la opinión de Caruana respecto a Gibraltar es irrelevante. Esta es una cuestión que deben debatir aquellos países soberanos, en este caso España y Reino Unido, con intereses enfrentados y siempre en base a los tratados y acuerdos internacionales en vigencia como el Tratado de Utrecht y los acuerdos de la Organización de Naciones Unidas, que en ningún momento han dado la razón a las reivindicaciones de Gibraltar, que cuentan con el apoyo del Gobierno de Gordon Brown por los evidentes beneficios que reportaría para su país”.
“Gibraltar comparte un espacio físico con España y esto debería ser suficiente como para que primasen a cualquier otra cuestión las relaciones de buena vecindad en búsqueda de un desarrollo conjunto basado en la generación de empleo y riqueza en beneficio de ambas comunidades”, añade.
“De lo que no cabe duda es que estamos ante una nueva maniobra de Caruana de cara a la próxima reunión interministerial del Foro de Diálogo, que está preparando el terreno para seguir obteniendo unos beneficios que sólo buscan favorecer las pretensiones soberanistas de Gibraltar”.
Landaluce concluye informando de que va a pedir explicaciones en el Congreso sobre la opinión del Gobierno, a través de preguntas parlamentarias que pretenden conocer que valoración le merecen las declaraciones del Ministro Principal de Gibraltar y, sobre todo, conocer si se el Ministerio de Exteriores va a seguir cediendo a todas las exigencias que, con el apoyo del Foreign Office, impone el ejecutivo de la Roca en las reuniones periódicas del Foro Tripartito.