El diputado nacional y alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha puesto de manifiesto su preocupación por la falta de contenido que la visita de los diputados socialistas Gaspar Zarrías y Juan Moscoso al Campo de Gibraltar para asistir a la “Mesa de Gibraltar”, y que esta se haya convertido en una nueva escenificación partidista vacía de contenido con un Ayuntamiento como el de La Línea, de escenario.
Muchos de los problemas que se viven vienen dados por la agresividad de Gibraltar, en parte por la permisividad que en su día enarboló el entonces ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, una permisividad aplaudida por Zarrías como todopoderoso vicepresidente de la Junta de Andalucía. Moscoso y Zarrías, entonces, reían las gracias al Gobierno y a Moratinos, cuando estos le daban todo a Gibraltar. Ahora sería el momento de que diesen explicaciones de los motivos por los que no trajeron nada al Campo de Gibraltar cuando había dinero a espuertas.
La visita de dos diputados nacionales del Partido Socialista a La Línea no puede servir única y exclusivamente para mirar por la ventana hacia Gibraltar y obviar los muchos problemas que la gestión de su formación política acarrea a la comarca. Se trata de una visita vacía de contenido de dos diputados con el único fin de aprovechar el problema creado por el actual Gobierno de la colonia en beneficio propio. Zarrías y Moscoso se equivocan, continúa Landaluce, cuando dirigen sus críticas hacia el Gobierno de España en este asunto de Gibraltar y dejan en un segundo plano, probablemente por su afinidad política, al verdadero causante la tensa situación que se vive a ambos lados de la verja: el señor Picardo.La visita de dos políticos de esta envergadura debería estar acompañada por proyectos de futuro y no de argumentos incendiarios, y hoy hubiese sido un buen momento para que Zarrías y Moscoso hubiesen pedido perdón a los campogibraltareños por el desprecio de la Junta de Andalucía, sustentada por su partido y por IU, y se hubiesen comprometido a exigir al Gobierno autonómico la atención en todos los sentidos, incluyendo la económica, que el Campo de Gibraltar merece.