Las relaciones entre España y Gibraltar tienen que seguir siendo un punto prioritario a la hora de establecer contactos entre nuestro país y el nuevo Gobierno que tiene que conformar a priori el Partido Conservador británico, y por tanto, nuestro país tiene que dejar clara su postura de no renunciar a la soberanía de la colonia.
De cualquier modo, el Gobierno de España debería interesarse por la postura que va a mantener el nuevo Gobierno británico respecto a la colonia, a la vez que debería aprovechar los primeros contactos que se produzcan entre ambos países para dejar clara la postura de nuestro país, una postura que pasa por no renunciar en ningún momento a la soberanía de la roca.
Asimismo, España, tal y como viene defendiendo el Partido Popular, deberá mostrar su intención de priorizar las relaciones de buena vecindad entre las comunidades de uno y otro lado de la verja, una buena vecindad que debe anteponer a cualquier otra cuestión la búsqueda del desarrollo común a todos los niveles, empezando por la creación de empleo y riqueza que favorezcan a las sociedades de Gibraltar y de la comarca que lleva su nombre, con la que comparte espacio físico.
Por otra parte, y para que no se olvide, concluye Landaluce, existen acuerdos adoptados por el Congreso que no pueden caer en el olvido y que deben ser recordados al nuevo Gobierno británico, como es, precisamente el asunto de la soberanía, una postura que está avalada por la aprobación de la Proposición No de Ley planteada en principio por el Grupo Parlamentario Popular y por la que España va a seguir buscando vías de diálogo para hacer valer sus intereses sobre este territorio.