Y para “preservar” al Ejecutivo autonómico de la “erosión” y el “daño” que ha causado a su imagen el hecho de que el debate público haya estado “monopolizado en los últimos meses de forma injusta sobre el presidente de la Junta y su relación con el caso” de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos. En una comparecencia pública en el Palacio de San Telmo, Griñán, que no ha ocultado que en su renuncia han influido también factores personales y familiares que le han obligado a “acelerar los tiempos”, ha manifestado que no contempla, en absoluto, su imputación en el caso de los ERE, porque “no hay ninguna figura delictiva que se me pueda imputar”. “Todavía no se qué se le puede imputar a Griñán”, ha sentenciado. Ha señalado que es mucho el “daño personal” y familiar que se le ha hecho con la utilización de este asunto. “Pero, sobre todas las cosas, me duele el daño a la Junta de Andalucía y, por eso, hoy doy un paso atrás con el que pretendo favorecer que este asunto deje de entorpecer la política cotidiana”, ha indicado José Antonio Griñán. Ha incidido en que ha considerado necesaria su renuncia, no solo para propiciar el cambio generacional, sino además para sacar a Andalucía y a la Presidencia de la Junta de un debate que está siendo “un obstáculo para luchar contra la crisis, tarea en las que tienen que estar puestos ahora mismo todos los esfuerzos”. Para Griñán, sin duda, el caso de los ERE es un asunto de gravedad, “del que no se puede pasar página con ligereza” y, por ello, desde la administración andaluza siempre se trata de colaborar con la justicia y de aportar lo que está en su mano para esclarecer los hechos, para que se restituya el dinero detraído indebidamente y para que paguen los responsables. Asimismo, ha querido dejar claro que los informes de la Intervención General de la Junta “no conducían a ninguna actuación de la Consejería de Economía y Hacienda, de la que él era titular antes de ser presidente, mostrándose convencido de que en todo momento, dicho departamento ha actuado conforme a “la total legalidad”. Ha augurado que, con el tiempo, se van a ver con evidencia muchas “mentiras” y muy “dañinas” que se están diciendo ahora, en referencia a los pronunciamientos del PP sobre este asunto. Otra de las razones fundamentales que ha llevado a Griñán a tomar esta decisión es la necesidad de producir un cambio en la política andaluza, un cambio generacional, un cambio de visión, un cambio que genere impulso y que sintonice mejor con la sociedad andaluza de hoy. Esa necesidad de cambio, según ha apuntado, lo confirman todas las encuestas y los ciudadanos lo reclaman, sobre todo, en unos momentos en los que hay una importante desafección hacia la política. Griñán, que considera que los de su generación son “inmigrantes en una realidad nueva”, ha expresado su satisfacción por que el PSOE-A, en el proceso de primarias para elegir al candidato a la Junta que llevó a cabo el pasado mes de julio, optara por un cambio generacional y de género, eligiendo la militancia a Susana Díaz, actual consejera de Presidencia e Igualdad, que, de alcanzar su investidura por el Parlamento, será una presidenta nacida en los setenta, representativa “de la mayoría social” de Andalucía. “Susana Díaz representa ese cambio, ese nuevo impulso”, ha señalado. José Antonio Griñán ha animado a Díaz a “producir un cambio de visión en la política andaluza que pueda generar un impulso y sintonice mejor con la sociedad de hoy” y no un mero “lavado de cara”. Se ha mostrado convencido de que una vez que sea presidenta elegirá el mejor Gobierno, dejando claro que él no tendrá nada que ver en ello, porque jamás le daría consejo sobre cómo configurar el Ejecutivo. Preguntado sobre si barajó el adelanto electoral, Griñán se ha limitado a señalar que hay circunstancias “que pueden permitir o no un adelanto electoral, pero eso ya lo tiene que decidir la nueva presidenta de la Junta, si recibe su investidura, no yo”. Griñán no ha concretado esas circunstancias que podrían llevar a un adelanto de los comicios. Griñán también ha querido dejar claro que él no mintió al Parlamento cuando expresó su voluntad de mantenerse hasta el final de la legislatura, si bien ha habido “circunstancias personales” que le han obligado a acelerar los tiempos. Respecto a su futuro político, Griñán ha manifestado que seguirá siendo presidente del PSOE y secretario general del PSOE-A en la Conferencia Política que los socialistas celebrarán en otoño y luego “ya veremos cómo evolucionan los acontecimientos”. Ha indicado que dicho cargos “razonan suficientemente” su presencia tanto en el Parlamento andaluz como en el Senado.RINDIENDO CUENTAS A LA CIUDADANÍA Griñán se ha querido despedir además rindiendo cuentas a la ciudadanía, de manera que ha hecho entrega a los medios de comunicación de su declaración patrimonial de bienes de 2009, año en el que tomó posesión del cargo de presidente y la actual de 2012, así como las respectivas declaraciones de la renta, publicadas en internet. “Nunca oculté bienes y siempre declaré todos mis ingresos”, ha sentenciado Griñán, quien ha apuntado que su patrimonio es el mismo que tenía hace cuatro años, “que no es muy diferente al que tenía hace diez o quince”. Durante su intervención, Griñán ha querido agradecer a IULV-CA, socio del PSOE-A en la Junta, “la responsabilidad que ha demostrado en todo momento”, personalizando esa gratitud en el vicepresidente de la Junta y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas. En cuanto al PSOE-A, ha manifestado que es un partido “unido y motivado” en torno al cambio que estamos realizando, y eso supone “un apoyo político muy poderoso” para el nuevo Gobierno. En definitiva, según José Antonio Griñán, hay un acuerdo de gobierno entre ambas fuerzas sólido y fuerte, concentrado en los compromisos de gobierno que hemos adquirido y concentrado en la defensa de los andaluces y andaluzas. Ha puesto en valor que su Gobierno haya demostrado que hay otras formas de hacer las cosas y de representar una alternativa en estos duros momentos de crisis, con la igualdad de oportunidades y el apoyo a los más necesitados como objetivo prioritario. En su opinión, tan urgente como salir de la crisis es “recuperar el prestigio de las instituciones y de la política”. Griñán, que ha expresado su orgullo por haber formado parte de los gobiernos de Felipe González y de Manuel Chaves, es consciente de que el paso que ha dado resulta prácticamente inédito en España y que, aunque se reclaman con insistencia, luego, cuando llega la hora de la verdad, “se miran con desconfianza, e incluso se tachan de irresponsabilidad y de extravagancia”, curiosamente por los mismos que exigían con vehemencia resoluciones tajantes. “Nunca he tenido la tentación de mantenerme en el cargo”, según ha sentenciado Griñán, que ha expresado que tomó el poder con dignidad y que ahora lo cede con generosidad.