No descartan por completo la posibilidad de celebrar un nuevo referéndum sobre la permanencia del país en la UE, según fuentes del diario británico The Times.
De acuerdo con el medio británico, la mayoría de sus ministros considera que hay pocas esperanzas de que el acuerdo de May reciba la aprobación del Parlamento británico. Las fuentes del periódico describen un gabinete de ministros completamente fragmentado en múltiples frentes. Uno de ellos, el liderado por el ministro de Finanzas, Philip Hammond, es el que más se está acercando a la posibilidad de recomendar un nuevo plebiscito, aunque mantiene que esa sería la última opción, cuando todas las demás fueran agotadas.
Los también ministros David Lidington (ministro del Gabinete), David Gauke (Justicia), Amber Rudd (Trabajo), y Greg Clark (Negocios) apoyarían esta decisión pero también apostarían por otra solución viable que no implicara volver a plantear la cuestión al pueblo británico. Sea como fuere, las fuentes del Times dan casi por imposible que May pueda conseguir mejoras adicionales a lo ya pactado, por lo que la primera ministra ya está anticipando que el Parlamento derribe su plan para devolver la pelota a Bruselas. May perdería, pero al menos los eurodiputados se verían obligados a enfrentarse a las opciones disponibles: ningún acuerdo, un acuerdo al estilo de Noruega, por el que Reino Unido se incorporaría a la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) como vínculo secundario con la UE, o bien el segundo referéndum, según el medio.
Este mismo sábado, el ministro de Exteriores británico, Jeremy Hunt, ha sugerido a las autoridades europeas que respalden a la primera ministra británica en sus esfuerzos para que el Parlamento británico apruebe el plan. No hay forma de que la UE esté segura de todo acabará en acuerdo si no nos ayudan o no se muestran flexibles, ha explicado el ministro. Hunt, de todas formas, ha explicado que el plan de May sigue siendo la única opción para el Parlamento, y ha confiado en que la votación salga adelante una vez pase la tormenta, en relación al reciente voto de confianza que salvó May esta semana frente a su propio partido Conservador.
De hecho, May ha admitido esta semana que no duda que el Tratado de Retirada negociado es el mejor resultado para todos a fin de lograr un Brexit de forma ordenada pero ha pedido a Bruselas que trabaje con ella en las garantías adicionales que necesitan los diputados británicos.
La primera ministra quiere dejar claro que la solución de emergencia para la frontera de Irlanda, que pasa por la creación de un área aduanera común entre la UE y Reino Unido, si se llega a aplicar sería solo de forma temporal. No está en el interés de ninguno correr el riesgo de un no acuerdo accidental, con todo el caos que supondría o permitir que esto se alargue más, les ha advertido May. No nos dejemos nada en la recámara, les ha pedido, según fuentes de la UE.