En una conferencia en Washington, Picardo señaló que el miércoles intervendrá ante el Comité de Descolonización de la ONU y pedirá la retirada de Gibraltar de la lista de territorios sin autogobierno, que incluye 17 regiones de todo el mundo.”Ya estamos autogobernándonos; ya hemos conseguido eso, y se nos debería reconocer como territorio con autogobierno y ser eliminados de esa lista”, dijo Picardo en el centro de estudios Council on Foreign Relations (CFR) de Washington.Según el ministro principal, la Constitución de Gibraltar de 2006 otorgó al Peñón “una medida de autogobierno que funciona muy bien”, que le permite administrar sin mediación del Reino Unido “todos los asuntos, excepto las relaciones exteriores y la defensa”.”El futuro de Gibraltar pasa por una solución hecha a medida, que no sea ni la independencia (del Reino Unido) ni la integración en España”, afirmó.
“Tenemos el nivel máximo posible de autogobierno sin llegar a la independencia, y no hay un movimiento político que busque la independencia en Gibraltar”, argumentó.Recordó que la primera intervención de un representante gibraltareño ante el Comité de la ONU fue hace 50 años, en 1963, y sin embargo ese panel no reconoce el estatus que reclama el Peñón.”No ocurrió entonces, puede que no ocurra este miércoles, pero seguiremos intentándolo hasta que ocurra”, apuntó.Picardo aludió además al debate abierto en el Reino Unido sobre su posible salida de la Unión Europea (UE), algo que “no es impensable” pero que el ministro sí ve como “altamente improbable”.Aseguró que el Peñón quiere seguir vinculado a la normativa europea, por lo que, en caso de una marcha del Reino Unido de la UE, España podría tratar de aprovechar ese momento para “forzar” a Gibraltar a “negociar sobre su soberanía”.”Sería enormemente hipócrita que España alejara a Gibraltar de la UE si eso significara que podría haber más desregularización, dado que eso parece ser lo que les preocupa”, apuntó Picardo.También expresó su versión de las renovadas tensiones entre Madrid y Londres en los últimos meses, después de que las autoridades gibraltareñas vertieran 70 bloques de hormigón que impiden faenar a los pescadores de la región.Afirmó que el Gobierno de España reaccionó “de forma casi medieval” al “bloquear” la frontera con controles que “generan, aún hoy, largas esperas para los trabajadores que necesitan cruzarla”.
Picardo lamentó que el Ejecutivo español no haya sido capaz de “resolver estos asuntos políticamente” y haya optado en cambio por “tomar acciones que afectan a ciudadanos inocentes”.A raíz de las tensiones, el Gobierno español ha propuesto al británico un método de trabajo que incluye a las 4 administraciones afectadas: España, Reino Unido, Gibraltar y Andalucía.Picardo se refirió también a las acusaciones sobre el contrabando de tabaco en Gibraltar, al asegurar que no sólo hay que tener en cuenta la población del Peñón, sino los 12 millones de turistas que recibe al año; lo que resulta en una proporción de “menos de un cartón de cigarrillos por turista”.Además, negó que la colonia sea un “paraíso fiscal”, puesto que su sistema impositivo está sometido a las “duras normas europeas”.”Prefiero mirar lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dicen sobre Gibraltar. Todos ellos han dejado claro que no somos un paraíso fiscal”, subrayó.