Como se conoce, la ONU en su Asamblea General de 1965 ya consideró a Gibraltar colonia británica e instó a la potencia administradora a establecer conversaciones con España para su descolonización a lo que, desde entonces se han negado el Reino Unido, a pesar de que año tras año el Comité de Descolonización de Naciones Unidas renueva esta decisión después de oir a las partes.
Esta calificación no se reflejaba en la documentación oficial de la Unión Europea hasta ahora porque España se incorporó después del Reino Unido, que fue quien impuso su propia definición para Gibraltar como territorio europeo cuyas relaciones exteriores asume un estado miembro. Ahora, con la salida británica de las instituciones europeas, ya no tiene sentido que sea el Reino Unido quien imponga su propia definición en una organización a la que no pertenece.
La decisión ha sido respondida con especial crítica desde el Gobierno de Gibraltar quien considera que España ha ejercido gran presión y que los eurodiputados españoles han aplicado tácticas intimidatorias, por cuestiones puramente nacionalistas, que han resultado en la aceptación del término colonia en relación con Gibraltar.
A pesar del evidente enfado del Gobierno de Picardo, el comunicado de su oficina dice que la medida únicamente será aplicable en el caso de que se produzca un Brexit sin acuerdo ya que la referencia a Gibraltar está en la normativa sobre exención de visados para ese caso.
El comunicado afirma: El único objetivo de este ejercicio parece haber sido el empleo de lenguaje ofensivo y peyorativo, en un intento de irritar tanto a Gibraltar como al Reino Unido. El término oficial para el estatus de Gibraltar en la legislación internacional y según la Carta de las Naciones Unidas es Territorio No Autónomo.