FEMCA entiende que hay espacio para la negociación, siempre que no se impongan los temas a abordar y que estos temas surjan de la propia negociación, sin que ninguna de las partes obligue a la otra a negociar aspectos que no son abordables, así como que desconvoque la huelga general, cuyo inicio está previsto para el 16 de noviembre.
El obstáculo que, para FEMCA, ha surgido en este convenio, es el que ha supuesto la negociación del Plus Penoso, Tóxico y Peligroso, que cobran los trabajadores en función del trabajo que desempeñan, pero que, pese a lo que los sindicatos mantienen, es el mismo para todos, sin ninguna discriminación.
Lo que ocurre es que algunos trabajadores perciben pluses personales que, en opinión de los sindicatos, originan remuneraciones distintas por el mismo trabajo, cuando en realidad son las circunstancias personales de cada trabajador (ser indefinido, tener hijos o tener antigüedad consolidada, por ejemplo) la razón por la que disfrutan del cobro de cantidades distintas y no por el trabajo en sí.
Así, como se puede ver en el cuadro originado a partir de la plataforma sindical que se entregó a la patronal, la petición en este concepto supone un incremento del 138% sobre el valor actual, lo que para la empresa es un incremento injustificado, desproporcionado y anacrónico, cuando la normativa de prevención se cumple, invirtiendo en medidas que evitan la peligrosidad de los trabajos.
El cuadro refleja un resumen de los incrementos defendidos por los sindicatos y de las partidas que los sufrirían.
Cabe reseñar que en el cuadro no se contemplan las subidas del 2%, 2,5% y 3% anual que piden los representantes de los trabajadores y que habría que añadir, ni la rebaja de 4 horas de trabajo cada año, que a la postre arroja otra subida que llega al 3%.
Para las empresas del sector este planteamiento conllevaría la desaparición de la industria gaditana que tendría que competir con la de otras provincias que parten de una situación más ventajosa. Así, Sevilla tiene un coste de la categoría de peón de 10.55 euros por hora, frente a los 10 euros de Málaga, mientras que en Cádiz partiríamos ya desde 12.16 euros, a los que incrementar los porcentajes del cuadro.
Esto explica por qué las empresas de Sevilla y de Málaga consiguen contratos en Bahía de Cádiz y Algeciras cuando compiten con las de nuestra provincia. En este apartado hay que recordar que el convenio de Cádiz sigue siendo el segundo más alto en la categoría de peón en euros/hora, 1.9 euros/hora por encima de la media nacional y solo superado por Navarra, explica la organización empresarial.
Estos cálculos sólo tienen en cuenta los importes que se recogen en convenio, por lo que si sumamos los pluses de parada e industrial que se abonan en el Campo de Gibraltar, el convenio en esa zona de la provincia se convierte en el más caro de España con gran diferencia, añade.
Para FEMCA también ha supuesto una sorpresa que se aborde el tema de eliminación de las pagas extras en los pasquines que se han ido entregando a los trabajadores.
La verdad es que la propuesta inicial estaba supeditada a la recuperación de la situación de pandemia, por 2 años, vinculada a que se levantaran todos los ERTES en la industria y a que los indicadores económicos acreditaran la recuperación, barajándose incluso que se devengara, pero que se cobrara cuando se originara tesorería. Esa propuesta se desestimó hace meses por la patronal, aunque se haya resucitado en el discurso y en los referidos pasquines en lo que nos parece una afirmación que manipula la voluntad del trabajador y enciende de una manera injustificada sus exigencias.
Apunta FEMCA, como detalle para tener en cuenta en el contexto nacional, que hay que referir que Cádiz es la única provincia de la península que cuenta con 4 pagas, del resto, 34 cuentan con dos pagas.
En lo que se refiere a la pérdida de poder adquisitivo, FEMCA recuerda que, durante la vigencia del último convenio, el IPC se ha incrementado un 2.6% pero la subida salarial, sin embargo, ha sido del 7.8%, por lo que han experimentado una mejora patente del 5.2%, por encima de cualquier trabajador de cualquier otro convenio de la provincia.
En cuanto al seguimiento de la huelga, para FEMCA ha sido un éxito de los piquetes pero no de la huelga, que solo ha sido seguida en cadena de suministros de las grandes tractoras, cuyos comités en algunos casos tampoco la han secundado, afectando solo a las auxiliares, el resto de la provincia no ha sentido el paro ni el conflicto por lo que ha lanzado una imagen de huelga del sector auxiliar y no del sector metal. Jerez, La Janda, Costa Noroeste, Sierra de Cádiz y los grandes polígonos del resto de la provincia han trabajado con toda normalidad de manera que de las 5.000 empresas que puede haber en la provincia solo han parado unas 100.
En este apartado cabe destacar, además, que los comités de estas empresas, en su gran mayoría, han pactado tomar vacaciones para no asistir al trabajo al no estar de acuerdo con la huelga y ser conscientes del momento actual que la empresa vive, tras una pandemia desde la que se ha reactivado el trabajo pero no se ha recuperado el sector.
Cabe destacar, por último, la alarma que a FEMCA trasladan las grandes tractoras, que ya han visto amenazadas sus cargas de trabajo que tenían comprometidas en un marco en el que, en la Bahía de Cádiz, no se espera construcción naval hasta 2023 y en el que en la Bahía de Algeciras no se materializan los grandes proyectos de inversión que originarían el crecimiento del sector en esa zona.
La voluntad de FEMCA es la de negociar en igualdad de condiciones, ha sido siempre esa, y no rehuirá ninguna posibilidad de sentarse para alcanzar acuerdos siempre que la negociación se lleve a cabo de una manera leal.