“Otro ejemplo del mal gusto que se ha adueñado del equipo de Gobierno de Herrera”, asegura González, “lo tenemos en la céntrica Plaza Alta”. “No se conforma con estar acabando con las palmeras que han sido un símbolo de este lugar, sino que, además, ahora ha colocado unos conos (reciclados de la Calle Ancha), adornados con flores, cuyo conjunción con el entorno es imposible para cualquier ciudadano, menos para el alcalde”, asegura el concejal. La Calle Ancha, aún inacabada, “también se está convirtiendo en un elemento más de esta oda al mal gusto que está promoviendo el alcalde en el centro de la ciudad, con unas farolas que ya muchos ciudadanos comparan con un carril de incorporación a una autovía”.La Plaza San Bernardo es otro ejemplo de una ornamentación “muy alejada del sabor tradicional andaluz que debería tener una ciudad como Algeciras” observa González. Como alternativa, el Partido Popular apostaría por esa “imagen tradicional, con cruceros, farolas isabelinas, bancos de herraje y naranjos para dar sombra, elementos que han quedado del todo descartados por el equipo de Gobierno”.”Insistimos en que en el centro de la ciudad deben imperar las formas clásicas” y, en el caso de que se pretenda recurrir a la modernidad, existen ejemplos muy concretos de que el buen gusto no está reñido con ést”, sostiene. El centro de Málaga, concretamente el entorno de la Catedral, o el de la propia capital, Madrid, que también está siendo objeto de reformas, “son dos modelos que demuestran que una adecuación a los nuevos tiempos no tiene por qué convertirse en un paisaje muy alejado del buen gusto que debería primar en cualquier equipo de Gobierno municipal”, concluye Diego González