El presidente del Partido Popular de Algeciras y candidato por esta formación a la Alcaldía de la ciudad, José Ignacio Landaluce, ha denunciado el caos reinante en el seno del Partido Socialista, una situación que no sólo afecta a las luchas internas, sino que tiene traslado a las instituciones gobernadas por el PSOE en detrimento de los ciudadanos, que son quienes finalmente sufren las consecuencias.
En esta ocasión, Landaluce se ha referido a la situación del muro sito entre los edificios de las 505 viviendas de la barriada de El Saladillo, en la calle Federico García Lorca. En marzo del año pasado, el teniente de alcalde delegado de Urbanismo, entonces Diego Sánchez Rull, suponemos que con el visto bueno del entonces alcalde, Tomás Herrera, registraba ante la subdelegación de la Junta de Andalucía que dirigía Rafael España, un escrito por el cual ordenaba a la Empresa Pública del Suelo Andaluz (EPSA), como responsable del plan de rehabilitación de la zona de El Saladillo que de forma inmediata proceda a arreglar dicho muro a fin de evitar posibles daños a los usuarios de la vía pública, al vallado y señalización de la zona en la que el muro se ha desplomado para su posterior demolición y reconstrucción del mismo.
Esta orden surge tras el informe del Ingeniero Municipal en el que, en relación a este muro de contención de las tierras del talud que se sitúa tras los bloques de edificios de la citada calle, se podía leer que se observaba la existencia de múltiples grietas en su paramento, presentado signos evidentes de deterioro, que se hacen más patentes a la altura de la parte de atrás del número 33, si bien, por el tiempo transcurrido, los desperfectos se están extendiendo a otros puntos de ese muro.
Pasado un año, recuerda Landaluce, el entonces delegado de Urbanismo es ahora alcalde, el entonces alcalde es ahora subdelegado de la Junta, y el que fuera subdelegado de la Junta es el candidato del PSOE a la Alcaldía. Una situación digna de un guión de película de los hermanos Marx, y que tendría su gracia si no fuesen los ciudadanos los que tienen que sufrir una situación que, tal y como reconocía Diego Sánchez Rull, el arreglo de dicho muro tenia por objeto evitar posibles daños a los usuarios de la vía pública.
Existen muchas cuestiones por aclarar en todo este asunto, concluye Landaluce, la primera de ellas conocer por qué el actual subdelegado, que dio su visto bueno a dicha petición, no ha hecho nada al respecto.