El vicesecretario provincial del Partido Andalucista y concejal del Grupo Andalucista de Algeciras, José María España, considera que se sigue manteniendo un trato discriminatorio sobre nuestra tierra, en comparación con el que se realiza a otros territorios del estado. Andalucía es un pueblo que afortunadamente ha recibido la herencia cultural de muchas procedencias. No es cuestión, hoy en el siglo XXI, de tapar o minusvalorar toda esa diversidad que nos ha hecho como somos, con una gran riqueza como pueblo. Anacronismo histórico y cultural que se mantiene José María España señaló “hay que valorar todo, desde tartessos, romanos, visigodos, al-andalus y otras influencias menores, y posteriormente comunidades procedentes de Galicia, Euskadi o Catalunya, como se aprecia en Iglesias con escudos de las provincias euskaldunas, las flotas pesqueras gallegas asentadas en nuestros puertos o los apellidos catalanes. En contra de esta riqueza, los uniformistas, centralistas y castellanistas quieren obviar todo esto, añorando la dictadura franquista, queriendo celebrar la ocupación de Granada por Castilla, un episodio más histórico, como tantos ocurridos a lo largo en todo el estado y no por ello celebrados. Sobre todo, cuando es un episodio triste, por el incumplimiento del Tratado de Santa Fe, demostrando que la palabra y los juramentos para los castellanos poco valor tenía. Es el momento de celebrar la unidad de los pueblos que forman el estado no el uniformismo castellano que tantas desgracia han traído y están trayendo a España”. Los andalucistas quieren considerar ante estos sectores reaccionarios, que una gran parte de nuestra identidad como pueblo es la procedente del cristianismo, lo cual no quiere decir que no reconozcamos que hay influencias judías e islámicas, con sus aportaciones de todas al patrimonio artísticos, folclore, etc. José María España indicó “la España del siglo XXI, no puede centrarse en Castilla y en Madrid, cuando la riqueza del Estado esta en la periferia de la península y la mayor población. No hay derecho que un diputado al Congreso salga más barato en votos en Soria que en Málaga o en A Coruña. La España del siglo XXI debería tener su capital, en Zaragoza, Valencia, en Granada o en Sevilla, una España de todos no de Madrid, que ha vivido siempre de ser la capital de los Borbones y tener a la nobleza, la oliogarquia y a los ministerios”.