Según ha explicado la delegada, el objetivo no es solo evitar desprendimientos, sino también garantizar la estabilidad del edificio, ya que la estructura oculta entre la cornisa sirve de refuerzo, y con los desprendimientos que se han producido se está quedando expuesta a las inclemencias del tiempo y su deterior es progresivo.
Cabe recordar que parte de esa cornisa ya fue demolida en una actuación anterior tras otro episodio de desprendimiento que se produjo hace años. Se actuó entonces con medio propios, picando el revestimiento y retirando los trozos que tenían más deficiencias para evitar que cayeran sobre la calzada. No obstante, en aquel entonces se informó sobre la necesidad de llevarse a cabo una rehabilitación de la cornisa en su totalidad, para frenar su deterioro y sobre todo para proteger a la estructura metálica que alberga. Las obras previstas consisten en la demolición de las cornisas existentes, la limpieza a base de chorros de arena de los perfiles metálicos y la protección de los mismos. Se realizará un puente de unión entre elementos antiguos y nuevos; se seguirá con los revestimientos, y se aplicarán tratamientos anticorrosión e hidrofugantes, terminando con pintura plástica.
El plazo de ejecución es de un mes y el presupuesto de 6.822 euros.