Un portavoz de Exteriores ha señalado que el patrullero “estaba desarrollando en esas aguas las misiones que tuviera encomendadas y le corresponden de modo habitual”.
Además, ha señalado que las aguas que rodean el Peñón de Gibraltar son mar territorial español donde “España proyecta su soberanía de acuerdo con el Derecho Internacional”.
Respecto a buques de terceros Estados rige el llamado “derecho de paso inocente” que, según la Convención de la ONU de Derecho del Mar, se traduce en derecho a atravesar las aguas en cuestión de manera rápida e ininterrumpida.
Según el Ministerio español, el ‘Tornado’ observó que algunos buques en la zona “no se conducían conforme a dicho derecho de paso inocente y les señaló dicho incumplimiento”. En cualquier caso, espera aún tener una información más completa sobre los hechos.
Los audios de las comunicaciones por radio publicadas por el diario ‘Gibraltar Chronicle’ revelan que el patrullero español “sugiere” a los dos buques, identificados como ‘Ivor Accord’ y ‘Great Victor’, que “aumenten la velocidad y abandonen aguas territoriales españolas”.
Según el relato del diario local, la Marina británica envió a un buque y una zodiac al encuentro del patrullero español, que entonces, según el relato gibraltareño, se alejó navegando lentamente.
Este es el segundo incidente protagonizado por el ‘Tornado’ en aguas cercanas a Gibraltar en las últimas dos semanas. El problema es que tanto España como Reino Unido consideran propias esas aguas.
Para Reino Unido, la presencia de barcos españoles en esa zona “una incursión” en “aguas territoriales británicas de Gibraltar” y, por tanto, una “violación” de su soberanía. España, en cambio, considera que se trata de aguas territoriales españolas, porque en el Tratado de Utrecht, de 1713, no se cedieron aguas a Reino Unido, sino solo la ciudad y, el castillo, las defensas y fortalezas y el puerto. Por lo tanto, España solo reconoce como británicas las aguas estrictamente del puerto.