Librería Ares abre sus puertas por primera vez en 1977, en el mismo emplazamiento actual de la calle Cervantes de La Línea. Eran años de transición política y cultural, y de un aperturismo que convertía a las librerías en uno de los escenarios culturales más importantes de aquellos años de renovación.
Así lo recuerda su propietaria, Lucía Ituiño: “Aquellos años los vivimos con mucha viveza. Entonces había una parte de la población con estudios e interés por el conocimiento, y había mucho interés por el ensayo, por un tipo de literatura muy clásica que ha pervivido a lo largo de los años. Era un ambiente muy fresco, de mucha controversia, mucho intercambio de opiniones muy vivas e interesantes. Quizás ahora mismo es más difícil que se pueda dar ese interés por el pensamiento ajeno”.
En aquellos años, fueron surgiendo otras librerías en la comarca al albor de la democracia, como El Libro Técnico o Praxis en Algeciras, hoy ya desaparecidas. “Hubo un cambio legislativo que fue muy perjudicial para las librerías. Se creó en los setenta una red independiente de librerías en toda España, con un precio fijo por un interés social. Con ese criterio, se crearon librerías en toda España. Sin embargo, esa venta se trasladó por intereses legislativos a las grandes superficies. Eso provocó una crisis tremenda en el sector de las librerías, que arruinó muchos negocios”, señala la propietaria de Ares.
La veterana librera reflexiona también sobre el impacto que ha tenido la transformación cultural de la sociedad: “Ahora todo está más diluido por las redes sociales, aunque vivimos en un mundo de más libertad aparente. Sin embargo, estamos sujetos a otro tipo de tiranía intelectual”.
Frente a ello, Lucía reivindica el papel educativo que siguen jugando las librerías: “Nosotros estamos para enseñar a la gente a tener un pensamiento crítico, a tener individualidad, criterio propio y una manera de vivir. Trasmitimos a los clientes que ese abanico de posibilidades existe más allá de la publicidad de los medios de comunicación. Seguimos haciendo una labor social“.
Lucía Ituiño afronta ya los últimos años al frente del negocio familiar, que abrió su hermana Isabel, y que ahora continúa su hijo Néstor como cabeza visible. La modernización está detrás de sus pasos, como lo demuestra el hecho de que hayan entrado de lleno en la venta online a través del Centro Comercial Virtual del Campo de Gibraltar.
El futuro de este negocio tradicional tan importante para la cultura de la zona se mantiene vivo: “Claro que vamos a continuar, y hasta la fecha el apoyo de la población es extraordinario”.