Estas obras, en las que se actuará sobre una superficie de 95.000 metros cuadrados, vienen a sumarse a las actuaciones de la primera fase actualmente en ejecución y cuya finalización está prevista en las próximas semanas. El plazo de ejecución para estos trabajos se ha fijado en doce meses. En palabras de la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, esta actuación, que en sus dos fases va a suponer una inversión cercana a los 24 millones de euros, viene a resaltar “la apuesta clara y decidida por el desarrollo de la red logística de Andalucía”.
La actuación, que está financiada al 80 por ciento por los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder), tiene como objetivo completar la urbanización de la zona de actividades logísticas de San Roque. Las empresas interesadas en presentar sus ofertas podrán hacerlo hasta el 3 de septiembre a través de la plataforma SIREC.
Actualmente están en ejecución y próximos a finalizar los trabajos de la primera fase, centrados en mejorar las condiciones geotécnicas del terreno para lo que se ha procedido a la inserción de columnas de grava de 80 centímetros de diámetro, así como la aplicación de un sistema de precargas que aceleren su consolidación. Con la licitación de las obras de la segunda fase, se pretende finalizar las actuaciones necesarias para dejar plenamente operativa esta zona intermodal.
Los trabajos que se licitan ahora permitirán la adecuación de la parcela denominada Zona Intermodal del Plan Especial, acometiendo la urbanización general de los terrenos así como la dotación de todos los servicios necesarios para su puesta en marcha.
El proyecto incluye la construcción de un vial operativo de enlace entre la ZAL Bahía de Algeciras, Sector 2 Guadarranque y la Estación de Mercancías de ADIF, con una plataforma para el almacenamiento de contenedores, de forma que pueda adecuarse a diferentes modos de explotación. Asimismo, se desarrollará el nuevo módulo intermodal de la terminal de ADIF de San Roque en el margen este de la línea de ferrocarril, dotando a la zona de la posibilidad de realización de cambio de modo terrestre a ferroviario en el tráfico de mercancías, ampliando de esta manera los servicios a los operadores logísticos.
