Pero desde hace aproximadamente una década, las industrias online han tenido un crecimiento exponencial gracias a la mayor penetración de Internet y la adopción de los dispositivos móviles.
Se trata de sectores que cada día atraen a más usuarios, tanto consumidores como empresas dispuestas a ofrecer sus productos o servicios por medio de Internet.
A continuación, te mostramos algunas de las industrias que han tenido un aumento notable en los últimos diez años.
Juegos
Sin duda alguna, la industria de los juegos es una de las que mayor provecho le ha sacado al mundo online.
La posibilidad de jugar partidas con personas de todo el mundo atrae la atención del público, lo cual se refleja en las cifras. Por ejemplo, el valor mundial del mercado de juegos online de PC pasó desde 21 100 millones de dólares en 2011, a 45 500 millones de dólares en 2021; un incremento de más del 100 %.
Pero no solo los videojuegos han experimentado un crecimiento notable, sino una industria dirigida a los adultos: los juegos de azar. A nivel global, este sector pasó de tener un volumen de 58 900 millones de dólares en 2019, a más de 66 700 millones en 2020. Se espera que, para 2023, la industria del iGaming supere los 92 900 millones de dólares.
Los juegos también han evolucionado gracias a Internet. Un ejemplo son las tradicionales online slots. En un principio se trataban de juegos que se ejecutaban en un ordenador, aunque actualmente existen versiones que se desarrollan en directo con un anfitrión humano.
Lo más probable es que estos sectores continúen en crecimiento gracias a nuevas tecnologías que aún faltan por implementarse plenamente, como la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR).
Finanzas y criptomonedas
Las finanzas y la forma en la que se mueve el dinero también han evolucionado gracias al Internet. Incluso han nacido nuevos activos digitales y formas de pago que eran impensables hasta hace algunos años.
Para ver el importante impacto de las criptomonedas, solo hace falta estudiar el precio de Bitcoin, la divisa digital más importante. En abril de 2011, Bitcoin tenía un precio de $1, mientras que en la actualidad supera los $45 000.
La mayor adopción de las criptomonedas también está transformando un sector que históricamente se consideraba intocable: el sector bancario. Hace diez años, la única forma de acceder a un préstamo era mediante una institución bancaria. Hoy en día, cualquier usuario puede acceder a financiación online directa gracias al crecimiento de las DeFi (finanzas descentralizadas).
Precisamente, el sector de las DeFi ha experimentado un crecimiento destacable en los últimos años. El valor total bloqueado (TVL) en DeFi, que es una medida de los fondos bloqueados en los protocolos y que sirven para el otorgamiento de préstamos, pasó desde $4 en agosto de 2017 a más de 111 000 millones de dólares en noviembre de 2021.
Pese al aumento exponencial de las DeFi de los últimos años, algunos analistas creen que lo mejor está por venir. En una nota, la firma de inversión JPMorgan dijo: «No cabe duda de que las DeFi todavía se encuentran en sus etapas iniciales y que existe un gran potencial de crecimiento a lo largo del tiempo».
eCommerce
La forma en que se vende también ha cambiado. Con gran cantidad de personas moviéndose día a día en la red, las empresas han llevado sus negocios físicos a Internet.
Una gran ventaja de este tipo de comercio es que solo se necesita dedicar unos minutos para ver, encontrar, comparar y comprar un producto sin salir de casa. Se trata de un cambio considerable respecto a la actividad tradicional de visitar tiendas, cotizar precios y llevar el producto hasta el hogar.
El sector de comercio electrónico es uno de los que más ha crecido en la última década. A nivel global, las ventas por canales online pasaron desde 572 000 millones de dólares en 2010, hasta más de 4 billones de dólares en 2020.
Los cambios en el sector del comercio electrónico han sido notables. En el pasado, era necesario esperar varios días por un producto. En la actualidad, lo más común es esperar entre uno o dos días para recibir un artículo dentro de una jurisdicción específica.