El proyecto ha sido muy criticado por movimientos ecologistas y vecinales, por cuanto consideran que ocasionará un gran daño ambiental en una zona que es uno de los pocos arrecifes que aún queda en la Bahía de Algeciras de gran biodiversidad.
Parte de los fondos se encuentran dentro de la Zona Protegida del Parque Natural del Estrecho, y el resto forma parte de la zona colindante que, de conformidad con lo previsto en el Artículo 6.2 de la Directiva Hábitat, exige el mismo grado de protección que los fondos del propio Parque Natural.