En Algeciras, por ejemplo, es habitual la referencia generacional a la desaparición del esplendor que viviera la calle Tarifa y sus alrededores; así como la más reciente alusión constante a la pérdida de presencia comercial en la calle Ancha.
El progresivo retroceso del comercio tradicional, que está transformando incluso la fisonomía del centro de las ciudades, está generando un debate cada vez más presente en la sociedad. Un debate que está creando una corriente cada vez más presente en defensa del comercio local, la tienda de proximidad, el negocio del vecino, como herramienta para defender la economía local, la generación de empleo y la recuperación de los espacios urbanos de actividad comercial.
Comprar en los comercios de proximidad conlleva unas ventajas evidentes: a la generación de empleo y el impulso de la economía local se unen otras ventajas para el propio cliente, tales como la confianza, el consumo del producto autóctono, la garantía de calidad, la mejora del medio ambiente o la atención personalizada.
Además, esta tendencia es la única herramienta posible para hacer frente a una globalización de la economía que está devastando los paisajes comerciales tradicionales en las ciudades, un escenario que tiene su vivo ejemplo en el Campo de Gibraltar.
Venta online
En este contexto, se produce una situación que está transformando aún más los hábitos de consumo. Si en los últimos años, la venta online ha ido experimentado un crecimiento notable, en el último año, con motivo de la pandemia de coronavirus, este hábito se ha disparado. Según un estudio realizado por la escuela digital IEBS, el 62,3% de los españoles compra online una o dos veces al mes.
De forma concreta, los marketplaces se han convertido en la opción preferida de los consumidores. Se trata de grandes espacios virtuales donde podemos encontrar todo tipo de productos y géneros en una misma visita de compra. Los grandes líderes de esta tendencia son marketplaces conocidos como Amazon, eBay o Aliexpress.
Sin embargo, lejos de ser una losa más, este giro hacia lo online ha supuesto precisamente una oportunidad competitiva para los comercios tradicionales. Según el informe ‘El futuro de los medios de pago’, de UniversalPay, el 30% de los comercios tradicionales ya cuenta con una plataforma de venta online, de los que casi un 11% la contrató durante la pandemia.
Ante este nuevo escenario, la venta online ofrece al comercio local una nueva oportunidad para hacer frente a los grandes competidores que han ido provocando su retroceso. Y esta nueva oportunidad viene de la mano de la creación de los marketplaces locales, es decir, los grandes espacios en los que se encuentran actualmente los nuevos consumidores, pero enfocados al comercio local y al producto autóctono.
Esta visión de transformación digital ha sido vista con la suficiente antelación por la Fundación Campus Tecnológico de Algeciras, institución que ha impulsado la puesta en marcha del Centro Comercial Virtual del Campo de Gibraltar, la gran tienda online de la comarca en la que, por primera vez, podemos encontrar negocios locales y productos de la tierra al alcance de un golpe de clic y con distribución a domicilio.
La nueva realidad impone nuevas soluciones y el desafío de los comercios tradicionales pasa ahora, para consolidar su reivindicación, por la venta digital.