Esta actuación cuenta con la cofinanciación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y tiene por objetivo “avanzar en la seguridad de estas instalaciones hidráulicas facilitando al tiempo la detección precoz de situaciones no deseadas”, según ha informado la Consejería en una nota este sábado.
Desde el departamento que dirige Carmen Crespo han subrayado que la Junta viene acometiendo “importantes actuaciones” en los dos últimos años en materia de seguridad y vigilancia de presas y balsas, lo que se constata con las inversiones destinadas a la mejora de éstas y la prevención de catástrofes.
Los trabajos que ahora se van a acometer incluyen la instalación de nuevos sistemas de auscultación y la automatización de los existentes con señal en tiempo real en el Centro de Control de Presa y en el de control de las cuencas intracomunitarias andaluzas.
Otra de las mejoras pasa por la implantación del sistema de gestión de catástrofes de la presa, con las infraestructuras, instalaciones y equipos necesarios para la implantación del Plan de Emergencia de la presa, la integración en el sistema y otras actuaciones complementarias.
Entre estas últimas se encuentra la conexión entre las presas de Charco Redondo y Guadarranque, el refuerzo del drenaje en las galerías perimetral e interior o la mejora de la iluminación de estas galerías.
La presa
Ubicada en el término municipal gaditano de Castellar de la Frontera y a 19 kilómetros de la desembocadura del río Guadarranque en la Bahía de Algeciras, cuenta con un embalse con una capacidad de almacenamiento de 87 hectómetros cúbicos. Fue construida en 1960 y entró en funcionamiento en 1970.
La finalidad original de esta construcción es la de regular los caudales para el abastecimiento de agua en la comarca del Campo de Gibraltar y para el riego de 1.750 hectáreas enclavadas en las vegas de los ríos Guadarranque y Palmones.