Eso supondrá la imposición de controles para todos los que crucen la Verja, con la excepción de las 15.000 personas registradas como trabajadores transfronterizos que están cubiertos por un acuerdo ya alcanzado con el Peñón.
“Para los que quieran pasar y no tengan esa certificación será como pasar la frontera de un país tercero”, incluido el sellado del pasaporte, ha señalado en una rueda de prensa en Madrid junto a la opositora bielorrusa Svetlana Tijanovskaya.
No obstante, ha dejado claro que aún cabe la posibilidad de un acuerdo entre España y Reino Unido que evite esa situación, y que “es ciertamente el deseo de España y la filosofía con la que España trata de buscar un acuerdo con Reino Unido”.
El acuerdo pasa porque Gibraltar se asocie al área Schengen, del que nunca ha formado parte Reino Unido y el escollo pendiente es quien vigila entonces las entradas en Gibraltar por vía aérea y marítima y, si lo hace el cuerpo europeo Frontex, a quien reportan sus agentes, según ha adelantado ‘El País’ y confirman fuentes conocedoras de las negociaciones.
“Si no hay acuerdo, será la frontera entre la UE y un país tercero con todas las consecuencias”, ha señalado la ministra española, en un momento en que la UE y Londres apuran los plazos para un acuerdo que evite una salida desordenada de Reino Unido.